UNA CARTA ABIERTA A J.B. UN JOVEN CON INQUIETUDES.
por el R. P. Vincent McNabb, O.P.
[Publicado originalmente en “GK’s Weekly”, el semanario dirigido por Chesterton. Recopilado en el capítulo 20, “Quince cosas que un distributista debe hacer”, de “Nazareth o el Caos Social”, del padre Vincent McNabb, O.P. (1868-1943), editado en Londres en 1933 por Burns, Oates & Washbourne, con el imprimatur de Joseph Butt, Vicario general.]
Visto en el Foro Santo Tomás Moro.
"... Preguntas dramáticamente: “No me diga qué pensar, ya estoy suscripto a G.K.’s [la revista de los Chesterton]. Dígame qué hacer”.
[Publicado originalmente en “GK’s Weekly”, el semanario dirigido por Chesterton. Recopilado en el capítulo 20, “Quince cosas que un distributista debe hacer”, de “Nazareth o el Caos Social”, del padre Vincent McNabb, O.P. (1868-1943), editado en Londres en 1933 por Burns, Oates & Washbourne, con el imprimatur de Joseph Butt, Vicario general.]
Visto en el Foro Santo Tomás Moro.
"... Preguntas dramáticamente: “No me diga qué pensar, ya estoy suscripto a G.K.’s [la revista de los Chesterton]. Dígame qué hacer”.
Por lo tanto, pondré en limpio 15 cosas, cualquiera de las cuales sería bueno hacer. Serán 15 por dos razones. Porque si escribo las 101 cosas que podrías hacer, llenaría todo el número y no sólo un artículo de G. K.’s. El número 15 deja opciones, de la misma forma que, digamos, un hombre elige una corbata, un trabajo o una esposa.
No empezaré por el comienzo. Empezaré por cualquier lado y seguiré como pueda. De hecho, cuando las cosas han llegado al estado de desprolijidad social del presente, un comienzo puede estar en cualquier lado de cualquier forma. Lo único necesario es empezar.
1. Si tienes un hogar o chimenea, saca todo de encima excepto quizás el reloj. Si eres tan afortunado como para no tener un hogar, saca de las paredes de tu casa todos los cuadros y adornos, excepto un crucifijo. Esto te enseñará la Pobreza de la Austeridad. Esto es como un estudio empírico de Economía.
2. Limpia tu propio cuarto diariamente. Límpialo de ser posible de rodillas. Esto te enseñará la Pobreza del Trabajo. También evitará la parálisis de las rodillas. Parálisis que tiende a alcanzar las manos y el cerebro, cuando no la lengua.
3. Por 40 días o más—digamos, durante Cuaresma—no fumes (ni protestes sobre eso). Esto también mejorará tu vista. También mejorará tu comprensión de una difícil cuestión económica: comprar (tabaco) y cómo aprovecharlo.
4. Compra alguna ropa hecha a mano. Úsala. Compra un poco más. También úsala. [...] Tus productos caseros te enseñarán más que cualquier declaración sobre la dignidad y los derechos del hombre.
5. Compra calzado con el que puedas caminar. Camina con él. Incluso si reduces los ingresos de las empresas de omnibus o de tu doctor; descubrirás el pie humano. Al descubrirlo, tu alegría será como la de haberlo inventado. Pero esta alegría será la más grande, porque ninguna invención humana se acerca a un pie.
6. Encuentra otro joven con tus ideales, con o sin educación universitaria, pero con cerebro y pies. Invítalo a usar sus pies contigo merodeando por la campiña, por ejemplo en el verano. Invítalo a usar su cerebro al ponerse de pie en los mercados campesinos, pero no para que él diga lo que está sucediendo con el lugar. Esto lo llevará a entender él lo que está pasando con él mismo. Si continúas con esto por 3 semanas o un mes, tus consejos para salvar el país serán mucho más valiosos, aunque, debo admitir, menos valorados que los del directorio de un club de barrio.
7. Si no logras encontrar un compañero o si tienes el heroísmo de un cobarde en tiempos de paz, pasa tu verano como trabajador en una granja. No valdrás para quedarte pero será valioso para ti. Si la ciudad no ha nublado tu ‘intelecto agente’—tu inteligencia activa, en noble frase escolástica, verás gradualmente la Pobreza del Trabajo. Éste es otro estudio empírico de Economía.
8. Si por las maquinaciones de Belcebú o su amigo Mamón, tu casa está en los suburbios, planta en tu jardín no cosas agradables a la vista como rosas, o agradables al olfato como la lavanda; sino cosas buenas para comer como patatas o judías. Después de dos años habrás logrado 3 cosas: (1) Apreciarás mejor la inteligencia del hombre rústico; (2) tendrás un mejor conocimiento de la Historia Natural (especialmente sobre babosas); y (3) tendrás un desprecio sarcástico de la economía del actual sistema cloacal. En otras palabras tendrás los fundamentos de una buena formación en Humanidades.
9. No me referiré a asuntos relacionados a tu comportamiento. Si tomas el consejo ofrecido, podrás ser tenido por fanático. Pero fanático o no, éste es el consejo. Por 12 meses, de ser posible, o al menos por 12 días, no uses nada “enlatado”, ni carne enlatada ni música enlatada. Esto te arrojará de lleno en la llamada Producción Casera. Con el tiempo te mostrará la correcta actitud al cantar el himno nacional.
10. Ahora apelaré al artista que hay en cada uno de nosotros. El arte, como sabes, es la forma correcta de hacer lo correcto. No hay forma correcta de hacer lo malo. No sólo algo, pero hacer algo—¡una taza de te, un huevo hervido, un perchero (de una rama caída), una silla! [...]
11. Habla con tu amigo arquitecto acerca de pasar dos semanas de sus vacaciones haciendo una residencia (antes llamada casa*). Está pensando en términos de ladrillos, madera, hierro, cemento, materiales de construcción. Arrástralo hacia el país donde todavía crecen robles, olmos, fresnos, hayas, abetos, alerces, etc. Dale un hacha, una cierra, y algunas herramientas. Dile de mi parte que si en dos semanas y por menos de 100 libras él y tú no pueden hacer una residencia más espaciosa e higiénica que el 90% de los departamentos del centro o los barrios pobres, debería perder su matrícula. Ésta puede llamarse la Prueba de Resistencia, permitiéndote saber si tiene el cerebro suficiente para ser tu amigo, incluso si tiene el cerebro necesario para ser arquitecto.
(Nota *. La palabra casa se está haciendo obsoleta. Los amontonamientos de departamentos no son casas. Por el momento el genio inglés no ha logrado encontrarle un nombre a estos amontonamientos.)
12. Escribe para información e inspiración de los jóvenes con tus ideales 100 respuestas a las preguntas desesperadas: “¿Cómo puedo salir de Londres?” Empieza por la respuesta más simple: “Caminando”. Encontrarás que algunos de tus idealistas amigos no seguirán caminando contigo. No te desesperes por esto; porque hará a tus ideales más resistentes.
13. Como no estás aún casado, y como el matrimonio es el estado de vida fundamental así como la unidad de la nación, decídete sobre si estás llamado a este estado. Si decides casarte, no te cases simplemente con una buena mujer: cásate con una buena madre para tus hijos. Una esposa que es una buena madre para tus hijos es el ángel de la casa; las otras son el mismísimo demonio.
14. Antes de pedir su mano y su corazón, pídele que te pruebe. Aconséjale preguntarse no sólo si serás un buen marido, sino también si serás un buen padre para sus hijos. ¡Una mujer que no es una buena “ama” de la casa, y un marido que no es un buen defensor de su casa terminarán en la marina, el testamento o el divorcio!
15. Si no te sientes llamado al estado de los votos matrimoniales, hay otro estado de votos—donde el misticismo y el ascetismo se demuestran como la redención de la Economía.
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