Con conciencia de que irrita muchísimo. Pero ya es hora de que lo asuman de una vez.
El descenso en picado de la mayor parte de las órdenes y congregaciones masculinas y femeninas, hecho ocultado hasta hace poco con sigilo casi sacramental, y con excomunión a quien osara violarlo, ya es admitido por los mismos que hasta hace muy poco pretendían hacernos creer que vivián en plena primavera conciliar. El gélido invierno es ya estación anual permanente y sucesiva en los años. No existe ni el otoño. Aunque siga irritándoles muchísimo que lo digamos.
Cada año, la inmensa mayoría de los institutos, masculinos y femeninos, cuentan menos miembros y más viejos. Y, lo que más les irrita es que los escasos que no se hunden son aquellos que permanecen fieles a lo que tradicionalmente fue la vida religiosa. Aunque el pésimo ejemplo de la gran mayoría de los que agonizan arrastre a otros que se han resistido a las novedades. Han conseguido hacer de la vida religiosa algo que no atrae a nadie. Y los pocos que todavía se muestran dispuestos a abrazarla se inclinan por los escasísimos que se mantienen fieles a la vida religiosa tradicional.
Hemos dejado constancia, en numerosas ocasiones, de como caían los efectivos de tantos institutos, hoy reducidos a la mitad o más de lo que fueron y en la vejez la mayoría de sus miembros. Y de como era constante el abandono de casas religiosas en infinidad de pueblos y ciudades. Se reagrupan provincias, en ocasiones plurinacionales, se unifican noviciados y teologados, se reunen conventos... Pero hay más. Desaparecen fundaciones que habían sido gloria de la Iglesia y benemérita actuación donde existieron.
Ya no se trata de reuniones de miembros de un mismo instituto.Tienen incluso que agruparse aquellos que apenas tenían en común un mismo carisma existencial. Hoy leo que las Hermanas Agustinas Hospitalarias de la Inmaculada Concepción y las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús se han unificado. Las agustinas eran ya solo 71 en Francia y África. Y seguro que la mayoría muy mayores. Ya no existen. Igual no han tenido que cambiar de hábito por estar ya todas deshabitads aunque por la fotografía que nos facilita Ecclesia parece que todavía lo mantienen. Por lo menos algunas.
http://revistaecclesia.com/content/view/23570/1/
No es una noticia alegre. Pero lamentablemente va a ser muy repetida en el futuro. Aunque, ¿dónde van a ir unos ciegos guiando a otros ciegos?
Concluyo con otra noticia de religiosas. Es una entrevista a Josune Arregui, religiosa vedruna, nueva secretaria ejecutiva de la Unión Internacional de Superioras Religiosas (UISG). La publica la revista Vida Nueva, nº 2740. Las vedrunas -Carmelitas de la Caridad- han sido pioneras de la secularización monjil en España. Aunque ciertamente no las únicas. Al alimón con las del Sagrado Corazón, Enseñanza, Esclavas, Jesuitinas, Irlandesas... Su éxito ha sido verdaderamente espectacular. 3.241 en 1973, 2.747 en 1986, 2336 en 2000, 2103 en 2007, hoy seguramente no lleguen a las 2000. Y con una edad media que se aproximará a los 70 años. Como para que dimitieran todas las responsables de ese fracaso. Comenzando por la madre Josune.
Pero en esta religiosa, de aspecto por supuesto aseglarado, con ese corte de pelo que sólo llevan las monjas progres aunque de atuendo que no tira de espaldas por lo horrible, parece que ya no es tan firme en lo que muchos años caracterizó a estas monjas y martirizó a las pocas que no querían seguir ese camino al precipicio.
"Hace años, yo misma me situaba frente a los que no eran de mi línea con cierta confrontación, pero ahora valoro que todos seamos creyentes y respeto opiniones y acentos distintos de los míos. El otro día leí que sólo en Brasil había 500 nuevas comunidades. Se trata de gente que ha encontrado a Jesús como sentido a sus vidas. Que lo hagan en una forma que yo considero tradicionalista en sus formas no tiene tanta importancia".
Pues me parece importante. Hace años eso era inconcebible en una vedruna. Todo lo que no fuera progresismo era abominable. Algo de ello pude comprobar en casa de unos queridísimos amigos en Astorga. No viene a cuento mencionar a sus hijas, creo que ambas con importantes cargos en la congregación.
Pero tampoco nos hagamos muchas ilusiones. El secretario de la Congregación para los Religiosos, Tobin, es para ella una bocanada de aire fresco. ¿Y a mí que Tobin me parece pésimo?
El único aire fresco es que lo que casi ha acabado con los institutos religiosos está a su vez acabándose. La pregunta es ¿cuándo se acabe lo último de la secularizacion, quedará algo?
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