La Opinión de Alberto. OP (Gato Sentado)
"La Iglesia tiene su cara sucia, esta leprosa por la inmundicia y el amor propio, y entumecida por la soberbia y la avaricia de los que se nutren de sus pechos"
Palabras duras sin duda de mi hermana Santa Catalina de Siena y sin embargo palabras que aun tienen vigencia y es que es afán del hombre por no perdonarse, por no congraciarse consigo mismo le llevan a manchar terriblemente su amistad con Dios, ¿a que me refiero con ello? muy simple, el pecado nos separa del amor de Dios, nos hace bajitos cuando nuestra estatura como hijos de Dios debería hacernos brillar en el firmamento de lo bello de lo gracioso, de lo admirable. Lamentablemente el testimonio de nuestras luchas intestinas, la falta de comprensión del otro y de su manera de ver la realidad que nos abarca son motivos de escándalo para los que deberían decir "miren como se aman".
Ahora esto desde luego no significa que debamos ser pusilánimes, débiles en la exposición de lo correcto, pero para exponer lo correcto debemos ser sinceros y abrir el corazón a la experiencia del otro, de sus posturas, lo que no significa que tomemos para nosotros lo que no nos ajusta o no es bueno para nuestras almas, simplemente el significado de esto que propongo es entender, comprender para poder dialogar, construir, dentro de todo esto ¿donde entra el termino de la denuncia profética a la que estamos llamados? y esto tiene una respuesta muy simple, esta denuncia nace de un corazón impregnado de Dios y la sed de justicia, sed de hacer el bien a las almas dentro del contexto que nos es dado por Dios en aquello en lo que EL ha tenido la gracia de mostrarnos su Verdad.
La cita con la que inicie es dura sin duda, pero muestra el estado de la Iglesia cuando las almas que han sido llamadas al encuentro con Dios actúan antes con protagonismo de si mismas que por la gloria de Dios, ¿cuantos predicadores, apologetas, teólogos, curas, Obispos y demás actúan mas movidos por su propio interés y banalidades que por el noble fin de salvar almas y con ello glorificar a Dios? el buscar la gloria de Dios a veces nos lleva a ser despreciados, humillados y tenidos por lo peor a los ojos de nuestros propios hermanos, ¿ están dispuestos a pagar el precio? reflexionemos....
Alberto. OP