Domingo 4 de agosto
Hoy domingo hemos tenido día de descanso. Unos han ido a Split, otros a Trogir y otros han preferido el descanso sin más; y finalmente otros, los de la comisión de predicación hemos aprovechado el día, mañana y tarde, para el documento de Predicación. Hemos sobrevivido.
Aprovecho esta crónica para comunicar lo tratado en la mañana de ayer, tras la presentación y discusión del documento sobre el Gobierno de la Orden y para contaros algo de nuestra visita a Trogir, ciudad en la que estamos, a la orilla del mar pero a unos kilómetros.
El discutido Proyecto Comunitario
La discusión del documento se centró prácticamente en un único punto, muy debatido y que, por tanto produce aprobaciones o reprobaciones muy ajustadas, como si estuviéramos discutiendo el PP y el PSOE.
La clave de la discusión está en que el tema pone, uno frente a otro, dos modos de concebir no sólo la vida religiosa sino también la sociedad. Los capitulares del área anglosajona viven y ha asimilado una cultura muy individualista y desde esa perspectiva ven un problema en el proyecto comunitario. El pretexto para obviarlo es que no entienden muy bien qué es. En cambio para los pueblos latinos, y en buena media para las culturas asiáticas y africanas, es un tema fundamental que proyecta el sentido de unidad al interior de la comunidad (alguien decía en privado que, en cierto sentido, es más importante estar unidos los frailes en la recreación que ir a coro). Más allá del significado literal de las palabras, quería subrayar la importancia que tiene para nosotros el comunicarnos y el crear un clima de colaboración en los proyectos pastorales. Para nosotros el proyecto comunitario es eso: informarse y compartir comunitariamente los proyectos en los que cristalizan nuestras acciones pastorales. Evidentemente este tema es un punto de fricción en nuestra Orden. La larga discusión entre nosotros terminó pidiéndole al Maestro de la Orden que escribiera una carta a toda la Orden sobre el proyecto comunitario en la que mostrase no sólo su importancia sino que describiera en qué consistía…
Una “Orden clerical” con el carisma de la predicación ¿una contradicción?
Otro tema de discusión fue el calificar a la Orden como clerical, lo cual parece postergar en la misma a quienes no son clérigos, como las hermanas, los hermanos cooperadores y las fraternidades laicales. Aparentemente hay una contradicción entre lo que indica nuestro carisma y lo que indica nuestra condición ministerial. Por muchos motivos, es mejor no tocar la cuestión y compartir nuestro carisma.
Según nuestro ex–Maestro General y experto canonista, Carlos Azpíroz, podemos pedir que dejemos de ser orden clerical. Pero entonces perderíamos el privilegio canónico de nuestra autonomía e independencia, de no tener que presentar a la Santa Sede los cambios en nuestra constituciones y leyes para su aprobación, como tienen que hacer todas las que no tienen el carácter de “clerical”. En una palabra, “por ganar un bien menor perderíamos un bien mayor”. Así que, al menos por un tiempo se dejan las cosas como están. Pero en todos los documentos de este Capítulo General se insiste en incorporar a la tarea de la predicación a toda la familia dominicana, especialmente a los laicos. También se dice que hay muchas maneras de predicar el evangelio, señalando unos campos muy específicos, como Internet, el mundo del arte y los derechos humanos, en que la predicación es muy apropiada para nuestros jóvenes, sin que ello signifique excluir sus aportaciones en una celebración litúrgica… El mundo de hoy nos exige una predicación muy atenta a los cambios y las necesidades del mundo.
Los jóvenes están especialmente invitados a revitalizar esta predicación dirigiendo nuestra predicación a los alejados, a los que van a misa pero no construyen comunidad y a acoger a los que su situación irregular les aleja de la Iglesia. Bueno estos son temas que hemos ido repasando esta tarde en la comisión de Predicación. Los tengo recientes y me los sé de memoria… Lo que importa es que el espíritu de lo que queremos hacer está muy claro por parte de la Orden…
A vueltas con el estudio
Volvimos a retomar por la tarde el tema del estudio, pues anteriormente se nos había hecho una primera presentación para recoger las aportaciones de los capitulares. Esta vez aprobamos todos los puntos del documento. Esta preocupación demuestra que esta dimensión es muy importante en nuestra misión y vocación.
En primer lugar, aprobamos los dos primeros puntos, que marcan las líneas para todos los frailes en la perspectiva del Jubileo 2016. “Exhortamos a todos los frailes a resaltar este tiempo de jubileo mediante la renovación de su estudio de la palabra de Dios que da vida, recordando en particular el evangelio de Mateo y las cartas de san Pablo, los libros que llevaba consigo Santo Domingo para predicar”. El segundo punto dice: “Exhortamos a todas las comunidades locales y a todos los frailes a que reserven un tiempo para preparar un programa de estudio vinculado a su ministerio de salvación en el contexto del jubileo”. Así que, ¡ya tenemos tarea!
En unos tiempos en que en la Iglesia proliferan los grupos que se alimentan exclusivamente de emociones espirituales a nosotros se nos pide explícitamente que estudiemos… Comprender la palabra de Dios y comprender nuestro mundo de hoy es la misión del estudio de un dominico. Esto me recuerda lo que decía nuestro hermano Dominique Chenu, uno de los padres del Concilio Vaticano II. Decía: “Un buen dominico lo que tiene que hacer es tener en una mano la palabra de Dios y en la otra el periódico del día”… Hay que leer, hay que abrir ventanas…
Centramos nuestra atención en los centros de estudios superiores como lugares que valoramos como a las niñas de nuestros ojos. Se pide a los Regentes de estudios que se identifiquen, antes de 2016, las necesidades de los centros de estudios para estudiar los tipos de colaboración que necesitan y distribuir mejor nuestros recursos humanos y materiales. Algo semejante se pide a las Provincias con sus centros de estudios Superiores. Es tan importante la formación académica para nuestros estudiantes que se pide a los Provincias, Vice-Provincias y Vicariatos que se asegure de la calidad de estos centros donde tienen que estudiar cuando no son nuestros y que proporcionen a nuestros estudiantes la formación complementaria necesaria. Que se elabore un programa de formación para los hermanos cooperadores, que hoy ingresan ya con estudios superiores. Por ejemplo, nuestro jovencísimo hermano cooperador Joe, es un titulado en matemáticas… Y ¡como no! Se pide que en esta tarea de la misión mediante la enseñanza se incorpore a la Familia Dominicana.
A continuación se habló detenidamente de cada una de las Instituciones de Estudio e investigación que dependen directamente del Maestro de la Orden o de alguna de las Provincias, pero que, por su importancia son patrimonio, al menos espiritual de toda la Orden. Se tomaron resoluciones sobre el Angelicum de Roma, el Instituto Histórico de Roma, la Facultad teológica y el “Albertinum” de Friburgo en Suiza, La Escuela Bíblica de Jerusalén y finalmente, una felicitación a la Universidad de Manila en su cuarto centenario y otra a la Sociedad de editores Dominicos, en la que está integrada nuestra Editorial San Esteban, por su IV Encuentro organizado en París por Ediciones du Cerf en mayo de 2013.
Ya es tarde. Dejo para mañana lo de la visita a Trogir… Buenas noches.
fr. Juan Manuel Almarza/dominicos.org