Martes 6 de agosto
Capítulo General Trogir. Dominicos.“Hoy es el día bolivariano, pero no chavista…” Así comenzó la predicación nuestro misionero de Koribeni en el Amazonas. Celebrábamos la transfiguración del Señor y el día de los pueblos americanos liberados por Bolívar… Presidieron la eucaristía los frailes de esos países y predicó maravillosamente nuestro Roberto Ábalos. Estuvo especialmente inspirado para hablar de los pueblos indígenas y más de uno le recordó: “La predicación era la mitad de lo que no habéis podido meter en el documento de predicación”. Nos presentó una imagen de Jesús deportista, que no podía quedarse en casa: Le gusta subir al monte y allí va con los apóstoles. Le gustaban las alturas, ver el horizonte y luego bajar al valle y vuelta a subir.
Pasó la imagen de las alturas a los Andes: Hasta los Andes sube el gas de la selva, el clamor de los indígenas… Alguien –ese alguien sólo podía ser uno de Sevilla– le comentó en el desayuno: “Chiquillo, fue muy bonita la predicación, pero yo quedé agotado. Les decía a los apóstoles: sube al monte, baja al valle, vuelve a subir, baja de nuevo a la selva… yo quedé sin respiración”… El predicador utilizó la imagen de la transfiguración para invitar a moverse, a subir al monte, ver la realidad de la Amazonía, hablar de los pueblos indígenas y su clamor…
Nada más terminar el desayuno nos reunimos la comisión de predicación para ver el texto final, aprobarlo y darlo inmediatamente a los traductores, porque tiene que ser entregado traducido 24 horas antes de su discusión.
Formación para todos
En la sesión plenaria de la mañana continuamos discutiendo el documento de Formación, del que sólo habíamos visto la primera parte, dedicada a la formación continua, que ya os resumí en una de las crónicas anteriores. Hoy discutíamos los siguientes apartados:
1. La formación de los formadores. Ahí se ordena al Maestro de la Orden que nombre un Socio para la formación de los frailes en los siguientes cometidos: Ayudar al Maestro de la Orden en la promoción de la formación inicial de los hermanos clérigos y cooperadores; ayudarle en la promoción de la vida comunitaria; coordinar la redacción de la Ratio Formationis Generalis (el documento básico sobre la formación de los frailes). Y se le pide, efectivamente al Maestro de la Orden que presente una nueva Ratio Formationis Generalis. También se le pide que con una comisión de expertos elabore un curriculum para capacitar a los nuevos formadores.
2. La formación para madurez dominicana. Después de aclararnos que un dominico no nace sino que se hace, este apartado dice: “La formación humana, intelectual , espiritual y afectiva necesita ocupar un lugar especial para que podamos asumir la misión de la predicación…” Otro párrafo dice: “La madurez humana y dominicana requiere un ambiente de relaciones de respeto, habilidades de relación, perdón recíproco y confianza en el hermano”. Se pide a las comunidades de formación que “no favorezcan formas y actitudes que retrasen la maduración de los jóvenes” un modo elegante de decir que no “favorezcamos formas y actitudes infantilizantes”. En la formulación buscamos expresar claramente la idea, pero sin expresiones hirientes. La creatividad de Timothy encontró la palabra justa… Se pide al Socio del Maestro, el que le hemos puesto al Maestro de la Orden en el apartado anterior, que en ese documento que tiene que elaborar no olvide poner una parte específica para vivir maduramente esta etapa de la vida (se refiere a la de la formación inicial). Se pide también a los provinciales que en sus respectivas provincias se clarifique bien el carácter de la etapa de preparación al noviciado. Y más cosas.
También se habló de la necesidad de la formación para los mayores: “Dada la importancia de la tercera y cuarta edad (a partir de los 65) y el número elevado de frailes y comunidades que en su mayoría están en ellas encomendamos al socio de antes que en su Ratio… establezca una parte dedicada a la formación específica para vivir maduramente esta etapa de la vida desde el punto de vista humano y dominicano y para poder predicar desde ella y para ella”. El primero que intervino, que se negaba a sentirse jubilado, pidió que se retirara el párrafo por insultante… El pobre, con su buena voluntad e infatigable espíritu de servicio, tuvo que soportar un chorro de intervenciones que trataban de convencerle de que no estamos preparados para envejecer…
3. Un último apartado: Promoción de las vocaciones dominicanas, el cual dejamos, de momento, a vuestra imaginación, o lo leéis cuando salgan las Actas…
La comisión de Constituciones
Después del descanso de la mañana, le tocó el turno a la comisión de Constituciones, que se continuó de nuevo a partir de las 5,30 de la tarde. El texto eran todo siglas y números, con media línea de texto, que se refería a las correcciones. Los juristas son así: escriben una ley en media línea y ponen a todo el mundo en danza. Luego se ponen a interpretar esa media línea y escriben 200 folios. Esas líneas aludían a pequeñas correcciones de las Constituciones y a las Actas de los últimos Capítulos Generales, el de Bogotá (2007) y el de Roma (2010). Esta experiencia “alucinante” (estuve muy atento), ante todo nos sirvió, para quedar debidamente instruidos por nuestros expertos sobre algunas peculiaridades de nuestra legislación:
Si se hace una ley con el fin de que pase a formar parte de las Constituciones hace falta que se apruebe en tres capítulos Generales sucesivos. El mismo texto se presenta como incoatio, cuando se aprueba por primera vez, luego aprobatio cuando se hace por segunda vez y ordinatio es el de “a la tercera va la vencida”, esto es, la que le da el valor legal definitivo. Normalmente un texto propuesto como constitucional no tendrá valor hasta unos seis años después de haberse aprobado por primera vez. Pero si se quiere que se cumpla desde el primer momento tiene que ser aprobado con una ordenación [Ordinatio] que llevará al lado del nombre de las constituciones LCO [Incoatio] (primera vez) con este signo “[O]” a continuación. Se pone así LCO [O] [Incoatio] para indicar que “manda” y “hay que cumplirla” desde el primer momento…
Otra cosa: a veces se “incoa” (inicia) una ley que está aún en su primera fase o en la segunda. Tiene que ser aprobada en cada uno de los Capítulos Generales siguientes. Si en uno no se hace, queda automáticamente derogada…
Confieso mi ignorancia: En todos mis años de vida dominicana nunca había visto una [O] y si la he visto nunca se me ha ocurrido qué podría significar… Ahora ya lo sé y vosotros también… Tengo a mi lado a Carlos Azpíroz, experto canonista y ex–Maestro de la Orden. A ver si se me pega algo de sus conocimientos… Pero me da a mí que no…
Lo que se ha hecho básicamente con esos números discutidos y aprobados es revisar todas las leyes que estaban obsoletas por haber modificado otro texto que las modificaba. Durante dos años ha trabajado una comisión en Santa Sabina (Comisión Coxe) haciendo una pormenorizada revisión para librar a las Constituciones de “peso muerto”.
En previsión de las reformas sobre los Vicariatos que se proponen desde la Comisión de Gobierno hay que ir preparando las incoaciones etc. para que tengamos leyes adaptadas en su momento oportuno. Con este mismo criterio se aprobaron las fórmulas para las asignaciones directas de los frailes (hechas por su provincial dentro de su Provincia) y los destinos indirectos hechos para otra Provincia con el consentimiento del provincial del convento o Provincia de destino por razón de estudios o para poder desempeñar allí un cargo (esto se llama “Modo Providence” porque fue aprobado en el capítulo de dicha ciudad de estados Unidos).
Bueno, nada más. Estoy admirado de mí mismo, de las cosas que he aprendido…
Hasta mañana.
fr. Juan Manuel Almarza/dominicos.org