Le ofrecemos la obra Vita Christi de fr. Luis de Granada en la versión que ha sido publicada, en fragmentos, en la revista Vida Sobrenatural.
Se ha tomado como fuente el texto de Fray Luis de Granada, Obras, Tomo XI (Cuervo, J., ed.), Fuentenebro, Madrid, 1906, 353-362, y se ha adaptado un poco el texto para facilitar su comprensión.
Ofreceremos la obra en distintos fragmentos, cada de uno de ellos sugerido como meditación para alguno de los tiempos fuertes de la liturgia cristiana: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua...
Preámbulo
El tratado precedente , cristiano lector, sirve para el uso de la oración vocal, la cual con palabras humildes y devotas habla y negocia con Dios. Esta manera de orar, entre otros muchos provechos que tiene, uno y muy principal es, ser un grande estímulo e incentivo de devoción, cuando más derramado y frío está nuestro corazón. Porque como él sea tan malo de recoger en este tiempo –por el distraimiento de los pensamientos–, no tenemos entonces otro más fácil remedio que apegarlo a las palabras de Dios –que son como unas brasas y saetas encendidas– para que con ellas se encienda y despierte la devoción.
Mas el tratado presente servirá al uso de la oración mental, que se hace con lo íntimo del corazón, en la cual interviene la meditación de las cosas celestiales, que es la principal causa de la devoción, como dice el santo Doctor Tomás de Aquino . De manera que así como los niños unas veces andan en pies ajenos, y otras –cuando ya son mayores– en los suyos propios, así el siervo de Dios debe tratar en la oración con Él, unas veces con palabras ajenas –pronunciándolas con toda devoción– y otras con las suyas propias, que es con las que su devoción o su necesidad le enseñare. En esta cuenta entra el ejercicio de la meditación de las cosas divinas, que es el propio pasto y mantenimiento de nuestra ánima.
Y entre otras muchas cosas que hay que considerar, una de las más principales es la Vida y Pasión de Cristo, que es universalmente provechosa para todo género de personas así principiantes como perfectas. Porque este es el Árbol de la Vida que está en medio del paraíso de la Iglesia, donde hay ramas altas y bajas, las altas para los grandes –que por aquí suben a la contemplación de la bondad, caridad, sabiduría, justicia y misericordia de Dios– y las bajas para los pequeños, que por aquí contemplan la grandeza de los dolores de Cristo y la fealdad de sus pecados, para moverse a dolor y compasión...
Meditación sugerida para Adviento:
Preámbulo para antes de la Vida de Cristo, en el cual se trata del misterio inefable de su encarnación
Cerca del inefable misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, la primera y principal cosa que hay que presuponer y considerar, es la grandeza de la bondad y sabiduría de Dios, que resplandece en la conveniencia de este medio que escogió para nuestra salud.
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