El Papa Benedicto XVI confesó que aún tiene “dificultades para entender cómo el Señor” pudo haberlo destinado para ocupar el trono de Pedro.
“Pero lo acepto, aunque me parece una cosa que va mucho más allá de mis fuerzas. Sé que el Señor me ayuda”, dijo el Papa al recibir a miles de niños de la asociación católica Obra por la Infancia Misionera. Benedicto XVI respondió así a la pregunta de un niño, que quiso saber si había pensado alguna vez en convertirse en Papa. El Pontífice sonrió y le dijo que de pequeño nunca se hubiese imaginado en llegar algún día a sentarse en el trono de Pedro. “Fue un niño bastante ingenuo en un pequeño pueblo, olvidado de la provincia, lejos de los grandes centros”, añadió.
“Pero lo acepto, aunque me parece una cosa que va mucho más allá de mis fuerzas. Sé que el Señor me ayuda”, dijo el Papa al recibir a miles de niños de la asociación católica Obra por la Infancia Misionera. Benedicto XVI respondió así a la pregunta de un niño, que quiso saber si había pensado alguna vez en convertirse en Papa. El Pontífice sonrió y le dijo que de pequeño nunca se hubiese imaginado en llegar algún día a sentarse en el trono de Pedro. “Fue un niño bastante ingenuo en un pequeño pueblo, olvidado de la provincia, lejos de los grandes centros”, añadió.
El Papa se dejó llevar por los recuerdos de su infancia en Traiunstein, un pueblo cercano a la frontera austríaca adonde su familia se trasladó desde Marktl Am Inn. Benedicto XVI indicó que amaba, como sus paisanos, a Pío XI, que parecía “a una altura inalcanzable”. “Aún hoy tengo dificultades para entender cómo el Señor podía pensar en mí, destinarme a mí precisamente a este ministerio, pero lo acepto de sus manos, aunque es una cosa sorprendente y que iba mucho más allá de mis fuerzas”, dijo. “Pero el Señor me ayuda”, remarcó. Joseph Ratzinger fue elegido sucesor de Juan Pablo II el 19 de abril de 2005.
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