El Papa y el jefe de Estado hablaron en un encuentro privado durante 25 minutos en la biblioteca privada del Santo Padre.
A continuación, Yúschenko, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores de su país, Volodimir Khandogiy, se entrevistó con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede, y el arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
Según informa un comunicado emitido por la Santa Sede, en el transcurso "se evocó con complacencia las buenas relaciones existentes entre Ucrania y la Santa Sede, así como algunas perspectivas de intensificación de la colaboración en los sectores cultural y social".
Asimismo, en las reuniones, "se ha manifestado la voluntad de encontrar soluciones justas a las cuestiones todavía abiertas entre el Estado y la Iglesia , sin dejar de poner relieve la aportación de la Iglesia católica a la sociedad ucraniana en la educación a los valores cristianos y su difusión".
En 1946 fue expropiado el patrimonio de la Iglesia católica de rito oriental, tras ser abolida por Stalin y entregado a la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en el país. Después de la caída del comunismo, en 1990, las autoridades ucranianas devolvieron la legalidad a las comunidades católicas y aprobaron una ley para la restitución de los bienes confiscados.
Estos católicos de rito oriental recuperaron parte de sus bienes, pero exponentes ortodoxos consideran que algunas de estas propiedades les pertenecían desde tiempo inmemorial y siguen oponiéndose a su devolución. En otras ocasiones propiedades que fueron católicas siguen sin ser devueltas. En la actualidad, de los 45 millones de habitantes, el 10 por ciento es católico, ya sea de rito oriental o latino.
Por este motivo, según indica el comunicado vaticano, en los encuentros, se subrayó "la importancia del diálogo entre los cristianos para promover la unidad en el respeto de todos y de cara a una convivencia pacífica".
A continuación, Yúschenko, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores de su país, Volodimir Khandogiy, se entrevistó con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede, y el arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
Según informa un comunicado emitido por la Santa Sede, en el transcurso "se evocó con complacencia las buenas relaciones existentes entre Ucrania y la Santa Sede, así como algunas perspectivas de intensificación de la colaboración en los sectores cultural y social".
Asimismo, en las reuniones, "se ha manifestado la voluntad de encontrar soluciones justas a las cuestiones todavía abiertas entre el Estado y la Iglesia , sin dejar de poner relieve la aportación de la Iglesia católica a la sociedad ucraniana en la educación a los valores cristianos y su difusión".
En 1946 fue expropiado el patrimonio de la Iglesia católica de rito oriental, tras ser abolida por Stalin y entregado a la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en el país. Después de la caída del comunismo, en 1990, las autoridades ucranianas devolvieron la legalidad a las comunidades católicas y aprobaron una ley para la restitución de los bienes confiscados.
Estos católicos de rito oriental recuperaron parte de sus bienes, pero exponentes ortodoxos consideran que algunas de estas propiedades les pertenecían desde tiempo inmemorial y siguen oponiéndose a su devolución. En otras ocasiones propiedades que fueron católicas siguen sin ser devueltas. En la actualidad, de los 45 millones de habitantes, el 10 por ciento es católico, ya sea de rito oriental o latino.
Por este motivo, según indica el comunicado vaticano, en los encuentros, se subrayó "la importancia del diálogo entre los cristianos para promover la unidad en el respeto de todos y de cara a una convivencia pacífica".
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