En solidaridad evangélica con los oprimidos
“Son lecciones de humanismo, de espiritualidad y de afán por dignificar al hombre las que nos enseñan Antonio Montesinos, Pedro de Córdoba, Bartolomé de las Casas (…) Son hombres en los que late la preocupación por el débil, por el indefenso, por el indígena, sujetos dignos de todo respeto como personas y como portadores de la imagen de Dios, destinados a una vocación trascendente. De ahí nacerá el primer Derecho Internacional con Francisco de Vitoria”.
Juan Pablo II. Homilía, Santo Domingo, 23 de enero de 1979
¿Quiénes eran aquellos frailes? ¿En qué circunstancias anunciaron el evangelio? ¿Qué alcance tuvo su predicación? ¿Contra qué lucharon? ¿Qué anunciaban? ¿Qué método preconizaron para la evangelización?
Merece la pena que intentemos responder a estas preguntas. La merece para nosotros, hombres y mujeres de la familia dominicana, pero también para toda la Iglesia porque el anuncio claro del evangelio siempre encontrará oposición.
En las fichas que a continuación presentamos hemos tratado de decir lo menos posible por nuestra cuenta. La idea es que sean aquellos primeros dominicos en América quienes nos hablen directamente a través de los textos que dejaron escritos. La lectura detenida y reflexiva de su testimonio cuestionará nuestra rutina y nos inducirá a redescubrir la novedad del evangelio.
Es verdad que las fuerzas que actualmente niegan y oprimen la dignidad humana son distintas de las de hace cinco siglos, así como que han cambiado los agentes que las ejecutan. Sin embargo, inmensos sectores de la población mundial, en todos los continentes, siguen siendo oprimidos, despreciados, marginados y eliminados. Necesitamos desempolvar la profunda manera de entender el evangelio que nos ha legado nuestra tradición dominicana para que nuestra predicación gane en credibilidad.
La firme opción por el oprimido que movió a nuestros hermanos, los principios en que se apoyaron y la praxis evangelizadora que pusieron en marcha están en condiciones de brindarnos una gran ayuda en ese sentido, a condición, eso sí, de que tengamos el coraje de revisar nuestros métodos y maneras de hacer.
En las ocho fichas que componen este cuaderno podrán encontrar:
1. Circunstancias históricas e ideológicas en el “nuevo mundo”.
2. La denuncia: el sermón de Montesinos.
3. Los frailes de la primera comunidad.
4. La palabra escrita: sus cartas.
5. El proyecto de evangelización pacífica.
6. Las Casas: de clérigo encomendero a fraile dominico.
7. El estudio en la misión de la primera comunidad.
8. El legado de la primera comunidad de dominicos en América.
Al final hemos incluido una bibliografía básica, con la cual pretendemos invitarles a profundizar en el conocimiento de los primeros dominicos en América, de tal modo que su memoria no se limite a convocarnos, sino también a provocarnos a una renovada fidelidad a Jesucristo, a nuestro Padre Domingo y a nuestros hermanos mayores en la Orden.
Fr. Juan Manuel Pérez García O.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario