Durante la Fiesta de la Epifanía, las Iglesias de Espiritualidad Oriental, celebran la Navidad... tiene un por que grandioso y es que la Manifestación Gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo nos Ilumina y conduce al conocimiento de la belleza de nuestra Propia Salvación, de nuestra Deificación... Feliz día de la Epifanía, Feliz Navidad por adelantado. (cabe señalar que el día Siete de Enero es el Propio de la Navidad Ortodoxa, mientras que para los Católicos es desde el día 1 el ciclo de la Epifanía que se celebra en pleno el día 6 de enero).
Tropario, Tono 1:
Al bautizarte en el Jordán, oh Señor, se manifestó la adoración a la Trinidad: porque la voz del Padre dio testimonio de Ti, llamándote su Hijo muy amado, y el Espíritu, en forma de paloma, confirmó la veracidad de estas palabras. Oh Cristo Dios que Te manifestaste e iluminaste al mundo, gloria a Ti.
Kontaquio Tono 4:
Hoy Te has aparecido al mundo y Tu luz, oh Señor, se ha grabado sobre nosotros que, conociéndote, Te cantamos: has venido y Te has manifestado, oh Luz inaccesible.
San Mateo es el único evangelista que recoge el episodio de la manifestación del Niño Jesús a los Magos:Nacido, pues, Jesús, en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos Magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarle. Al oír esto el rey Herodes, se turbó, y con él toda Jerusalén. Y reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos contestaron: En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ciertamente la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel”. Entonces Herodes, llamando en secreto a los Magos, les interrogó cuidadosamente sobre el tiempo de la aparición de la estrella. Y enviándolos a Belén, les dijo: Id a informaros sobre ese niño; y cuando le halléis, comunicádmelo para que vaya también yo a adorarle. Después de oír al rey se fueron, y la estrella que habían visto en Oriente les precedía, hasta que, llegada encima del lugar en que estaba el niño, se detuvo. Al ver la estrella sintieron grandísimo gozo. Y entrados en la casa, vieron al Niño con María, su Madre, y de hinojos le adoraron. Y abriendo sus tesoros le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de no volver a Herodes, se tornaron a su tierra por otro camino.
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