“Luis Bertrán, admirado dominico, fue un icono de vida religiosa dominicana por su ejemplaridad. Desempeñó una gran labor con los jóvenes, creando en torno a su magisterio una importante escuela de espiritualidad”.
Luis Bertrán nació en Valencia el día 1
de enero de 1526 y morirá en la misma ciudad del Turia el día 9 de
octubre de 1581. En el corto espacio de 56 años sus biógrafos resaltan
especialmente su santidad y ejemplaridad de vida, su dedicación a la
formación de frailes dominicos, su acertada y eficaz acción misionera,
así como los importantes cargos de responsabilidad que desempeñó.
Recordemos a modo de síntesis los principales acontecimientos de ella.
Pariente por línea paterna de su
admirado dominico y antiguo miembro del Real Convento de Predicadores de
su ciudad natal San Vicente Ferrer, el 22 de agosto de 1544 y después
de superar diferentes dificultades familiares, tomó el hábito dominicano
en dicho Convento, comenzando el noviciado. Al año siguiente emitió su
profesión religiosa y dos años después, previa dispensa de los
Superiores, fue ordenado sacerdote el 23 de octubre de 1547.
Al año siguiente de su ordenación fue
enviado a la localidad de Llombay (Valencia) para apoyar al fundador del
nuevo convento, el Venerable Padre Juan Micó, dedicado fundamentalmente
a la predicación de los moriscos. Pero una vez asentadas las bases de
la nueva comunidad, los Superiores estimaron que su puesto estaba en
Valencia como Maestro-Formador de novicios y estudiantes. Dadas las
dotes que inmediatamente mostró como formador de jóvenes, y teniendo en
cuenta la notoria ejemplaridad de su vida religiosa dominicana, por
siete veces desempeñará este cargo, inculcando a los jóvenes el carisma
propio del Fraile Predicador y creando en torno a su magisterio una
importante escuela de espiritualidad.
En 1557 es destinado a Albaida (Valencia), en donde al año siguiente es nombrado Prior del convento. Sus biógrafos resaltan su acierto en el gobierno de esta casa, tanto en el orden espiritual como en el material y económico, así como la eficacia de su predicación y de su apostolado.
Después de una breve estancia, de nuevo,
en el Convento de Predicadores de Valencia, inflamado por un ardiente
espíritu misionero, se alista para integrar el grupo de dominicos que
partirán a las Indias Occidentales. El 20 de febrero de 1562 sale de
Valencia, arribando a tierras de la actual Colombia, en donde
permanecerá siete años desarrollando una intensísima labor
evangelizadora. Por los datos que se conservan se sabe que evangelizó
Cartagena, Tubará, Cipacua, Palauto, Usiacurí, Turbaco, Mahates, Piojó,
Malambo y Baraona. En 1565 predicó una Cuaresma en Nombre de Dios
(Panamá). Luego pasó a Santa Marta y evangelizó toda aquella región
hasta el Cabo de la Vela y desde Sierra Nevada hasta Valledupar. En 1568
fue nombrado párroco de San Sebastián de Tenerife y de allí partió a
Santa Fe, como Prior del convento, hasta su regreso a Valencia en
octubre de 1569.
De nuevo en tierras levantinas, en 1570
es elegido Prior del Convento de San Onofre, de Museros (Valencia), y en
1575 es elegido Prior del Convento de Predicadores de Valencia capital.
Tuvo correspondencia con santa Teresa de Jesús, a quien animó en su
obra de reforma, ya que él mismo era un "fraile reformado". Fue amigo
entre otros de san Juan de Ribera, arzobispo de Valencia, y del beato
Nicolás Factor.
Desde su regreso a su ciudad natal hasta
su muerte, en la medida que se lo permitían sus otras
responsabilidades, se entregó a una intensa labor apostólica como
predicador. Por los testigos de su Proceso de Beatificación y
Canonización se sabe que predicó en múltiples localidades de la actual
Comunidad Valenciana. Fue beatificado en 1608 y canonizado sesenta y
tres años después.
Una versión castellana y actualizada de sus sermones publicados puede consultarse en www.dominicos.org/Biblioteca Virtual.
Fr. Alfonso Esponera Cerdán
Pouet de Sant Vicent, Vale
Pouet de Sant Vicent, Vale