En el libro Reflexiones de un juez de menores (editorial Dauro 2007),Emilio Calatayud, muy conocido por sus sentencias educativas y orientadoras, incluye este Decálogo para formar un delincuente (de origen desconocido) en el que se describe, de forma irónica, las pautas erróneas que utilizan muchos padres con sus hijos y que son el perfecto caldo de cultivo para malcriarlos y hacer de ellos potenciales delincuentes.
Se ha hecho bastante popular probablemente porque todos conocemos a niños que parecen estar educados con estos criterios y seguro que muchos padres, aunque no lo reconozcan, se han sentido identificados con alguno de los comportamientos que se describen en el.
Se desconoce cual fue el decálogo original y su autor, aunque las diferentes versiones que circulan exponen los mismos puntos con distintas palabras. El que se incluye en el libro de Emilio Calatayud dice así:
1 Desde su más tierna infancia, dé a su hijo todo lo que le pida. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece.
2 No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3 Cuando diga palabrotas, celébrelo con unas sonoras risotadas. Esto le animará a hacer cosas todavía más graciosas.
4 Nunca le regañe ni le diga que ha obrado mal. No le reprima. Podría crearle un complejo de culpabilidad.
5 Recoja todo lo que deje tirado por ahí. Así se acostumbrará a cargar las responsabilidades sobre los demás.
6 Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Esfuércese para que los platos, cubiertos y vasos que utiliza su hijo estén esterilizados, pero no se preocupe porque su mente se llene de basura.
7 Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. De esta forma, conseguirá que no le afecte demasiado una ruptura familiar, quizá provocada por su propia conducta.
8 Sea generoso. Que su chico tenga siempre todo el dinero que pida. No vaya a sospechar que para conseguirlo es necesario trabajar.
9 Satisfaga todos sus deseos, apetitos y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle graves frustraciones.
10 Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga el chaval con sus profesores y con sus vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que quieren fastidiarle.
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