Respondiendo al llamado que el Obispo de la Diócesis de Riohacha ha efectuado a las congregaciones religiosas presentes en Colombia, para cubrir los requerimientos pastorales de Guajira, ubicado en pleno desierto al norte del país y que alberga el mayor número de indígenas de todo el territorio colombiano, 3 frailes dominicos de la Provincia de San Luis Bertrán se instalaron en la zona para atender dos Parroquias y sus capellanías y brindar formación bíblica a toda las diócesis.
Ante la envergadura de la misión que tienen entre manos, estos hermanos dominicos se hacen eco del llamado de “auxilio” de la Diócesis e invitan a toda la Orden de Predicadores a involucrarse con este “desafío guajiro”.
“Hacemos eco, pues, del auxilio de la diócesis de Riohacha a nuestras hermanas y hermanos dominicos para que vengan a la Guajira y entre todos aportemos nuestro grano de ‘arena’ a la construcción del Reino de Dios”, exhorta Fr. Rodrigo Rivero Gutiérrez OP , en un detallado relato de la vida en Guajira y sus indígenas nacidos de la arena.
“Anímate a venir a la Guajira, te prometemos que será un viaje no solo en el espacio sino también en el tiempo ¿Anteena naya jalapshi ya’amüin? (¿A qué horas llegarán aquí?)”, anima Fr. Rodrigo.
Evangelizando a los guajiros, seres de arena
En Colombia, el guajiro es el gentilicio aplicado a los habitantes de la península de la Guajira, al norte del país. El departamento de la guajira cuenta con aproximadamente 1.000.000 de habitantes, de los cuales 213.000 moran en la capital, Riohacha. Este departamento está compuesto por 15 municipios y 44 corregimientos, sobresaliendo Uribia, que alberga 70.850 habitantes, el cual es el municipio con mayor acopio de indígenas en toda la nación (Censo del DANE 2005). La etnografía de la Guajira está compuesta por un 48% entre mestizos y blancos, un 45% de indígenas, y un 7% de afrocolombianos. Todos ellos son guajiros.
Los indígenas wayú o guajiros son aborígenes en el sentido estricto de la palabra, ellos han nacido de la “arena”, siempre han estado en el desierto del macizo guajiro, son originarios del “suelo” en el que viven. Al conservar sus propias costumbres (yonna, danza donde la mujer desafía al hombre), ritos (encerramiento de las mujeres al alcanzar la pubertad), roles sociales como el pütchipü (palabrero, portador de la palabra que resuelve los conflictos) y el piachi' (curandero, conocedor de experiencias místicas que sana a los enfermos) y hasta su propia lengua, el wayuunaiki, expresan que no fueron diezmados por la colonización europea y que su cultura está más viva que nunca.
Ahora bien, esa posición defensiva o de brazos cruzados que expresaron ante la colonización fue completamente diferente en el proceso de evangelización. Es por ello que la gran mayoría de los guajiros (mestizos, indígenas o afrocolombianos) son católicos, ya que aceptaron las misiones de evangelización que iniciaron los frailes capuchinos italianos, y acogieron la propuesta de creación de la diócesis de Riohacha.
Sin embargo, pese a que su trabajo fue infranqueable, los frailes capuchinos han reducido en número su presencia en la zona y la diócesis no cuenta con los sacerdotes suficientes para cubrir todos los frentes apostólicos requeridos. En este contexto aparece el anuncio de Monseñor Hector Salah Zuleta para decretar la diócesis en un territorio de ‘misión permanente’, y con ello abrirle las puertas a todas las comunidades religiosas que tengan las vocaciones competentes para cumplir con la misión que hemos sido llamados.
Y allí aparecemos los frailes dominicos, 3 frailes de la provincia San Luis Bertrán de Colombia hemos llegado a asumir las riendas de la misión en la Guajira. Nos hemos establecido en Riohacha asumiendo 2 parroquias, San Rafael Arcángel y Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, con sus correspondientes capellanías. También estamos encargados de la formación bíblica de toda la diócesis, razón por la cual tendremos presencia en la alta, media y baja guajira, alcanzando hasta “punta gallinas”, el punto más septentrional de la placa continental de américa del sur.
Este desafío guajiro es un llamado a toda la Orden de Predicadores, puesto que en lo que corresponde a la jurisdicción de la diócesis de Riohacha no hay presencia de los otros miembros de la familia dominicana. Hacemos eco, pues, del auxilio de la diócesis de Riohacha a nuestras hermanas y hermanos dominicos para que vengan a la Guajira y entre todos aportemos nuestro grano de “arena” a la construcción del Reino de Dios.
Anímate a venir a la Guajira, te prometemos que será un viaje no solo en el espacio sino también en el tiempo ¿Anteena naya jalapshi ya’amüin? (¿A qué horas llegarán aquí?)
fr. Rodrigo Rivero Gutiérrez, op
Provincia San Luis Bertrán de Colombia
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