CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El papa Benedicto XVI lanzó hoy un nuevo llamado a la unidad de las iglesias cristianas en una homilía pronunciada en el Vaticano con motivo de la fiesta solemne de San Pedro y San Pablo. Evocando las "divisiones que durante los siglos desgarraron la unidad de la Iglesia" ante una delegación del patriarcado ortodoxo de Constantinopla, el Papa subrayó su compromiso de realizar "plenamente el deseo de Cristo que nos quiere totalmente unidos". Las iglesias Católica y Ortodoxa se separaron desde el cisma de 1054. En la oración del Angelus después de la misa, el Pontífice también se refirió a este tema destacando que "el Oriente y el Occidente cristianos estaban muy cerca y que ya podían contar con una comunión casi entera". "Nuestras visitas, nuestros encuentros, los diálogos en curso no son simples gestos de cortesía o tentativas para llegar a un compromiso sino el signo de una voluntad común de hacer el máximo para que en cuanto sea posible podamos llegar a una comunión plena y entera", destacó. Durante esta celebración, Benedicto XVI entregó el palio, insignia de su función, a 46 obispos extranjeros e italianos, entre los cuales se encontraba Angelo Bagnasco, nuevo jefe de la Iglesia italiana. En ese grupo, 17 eran latinoamericanos. "A los queridos Hermanos Metropolitanos renuevo mi saludo más cordial, invitando a todos a rezar por ellos y por las comunidades confiadas a su cuidado pastoral", afirmó. "Este palio sea para ustedes símbolo de unidad y signo de comunión con la Sede Apostólica, sea vínculo de caridad y estímulo de fortaleza para que en el día de la venida y de la revelación del gran Dios podáis obtener las vestiduras de la inmortalidad", agregó Benedicto XVI.
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