Ya no se trata de rumores más o menos extendidos, afirmados o desmentidos por "misteriosasa fuentes vaticanas". Ha sido el propio Cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero y presidente de la Comisión Ecclesia Dei, el que ha confirmado el extremo del que tanto se habla desde hace meses -y años-. Y lo dijo, con estas palabras textuales, ante los obispos de Hispanoamérica: "Por estas razones el Santo Padre tiene la intención de extender a toda la Iglesia latina la posibilidad de celebrar la Santa Misa y los Sacramentos según los libros litúrgicos promulgados por el Beato Juan XXIII en 1962. Por esta liturgia, que nunca fue abolida, y que , como hemos dicho, es considerada un tesoro, existe hoy un nuevo y renovado interés y, también por esta razón el Santo Padre piensa que ha llegado el tiempo de facilitar, como lo había querido la primera Comisión Cardenalicia en 1986, el acceso a esta liturgia haciendo de ella una forma extraordinaria del único rito Romano". No aclaró el Cardenal si esta extensión a toda la Iglesia de esa posibilidad vendrá en forma de Motu Proprio, ni si introducirá, aparejadas, medidas para la reintegración a la plena comunión eclesial de las comunidades y sacerdotes adscritos a la FSSPX, pero se trata de una excelente noticia para cuantos amamos la venerable liturgia Romana. El cardenal concluyó su intervención con esta frase:"Pidamos al Señor que este proyecto del Santo Padre pueda realizarse pronto para la unidad de la Iglesia". Con él, con el Papa y con todos los fieles que aman a la Iglesia de Cristo, nos unimos en oraciones por este deseo, que es también el nuestro.
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