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VIDA DE SAN NICOLAS

Texto de P. Gregorio Celada, o.p.
1. Tiempo y cronologia
Las noticias para esta historia se ancuentran en el cúmulo impresionante de fuentes presentadas. El primer dato importante que se deduce es que sitúan al personaje en un tiempo y en un lugar precisos. Quizás no resuelvan todos los interrogantes de una crítica exigente, pero son suficientes para obtener el primer marco de esta historia. Los documentos analizados hacen remontar el tiempo a los primeros lustros del siglo cuarto. Se trata de un período suficientemente conocido tanto desde el punto de vista religioso como político. El cuadro de esta biografía adquiere en este contexto unaprimera luz, que permite comenzar a reconocer los rasgos generales de San Nicolás. En la segunda mitad del siglo tercero había comenzado a tomar cuerpo una nueva categoría de ciudadanos del imperio romano, que tenía como centro de todas las manifestaciones de su vida al Señor Jesús y no al Señor César. Esta fe cristiana venía a quebrar la autosuficiencia de la mentalidad romana encerrada en su potente baluarte imperial. Estos nuevos creyentes hablaban de universalismo, de fraternidadhumana y de fidelidad, incluso hasta la muerte. De una situación inicial deconfrontación con los diversos aspectos de la vida romana, a la que muchos cristianos habían resistido con el martirio, se había pasado a una mayor presencia en todos los ámbitos de la sociedad. A finales del siglo tercero el cristianismo era una realidadconsistente, aunque todavía minoritaria por relación al número total de los habitantes.Los primeros lustros del siglo cuarto van a significar para el cristianismo la posibilidad de disfrutar de todos los beneficios, que la ciudadanía comportaba.
Una generación de cristianos, que había experimentado en propia carne las dificultades anteriores, emergía ahora con fuerza y convicción. A ese preciso momento llevan las fuentes de nuestro Santo. Aunque es conocido el tiempo con suficiente claridad, no obstante hay que renunciar a presentar una cronología de la vida de San Nicolás muy ajustada. Un dato seguro es la referencia de su episcopado a los tiempos del emperador Constantino. Su figura ha sido ampliada y engrandecida por la hagiografía cristiana hasta el punto de compararlo con los apóstoles en su calidad de refundador del cristianismo, pero es seguro que fue emperador entre los años 306 y 337. Y esto da una base para aventurar elcomienzo de nuestra historia en el siglo anterior.
Las dificultades por las que pasaron los cristianos en los últimos lustros del siglo tercero y en los primeros años del siguiente, forjaron una nueva clase de obispos recios ante laszozobras de la fe. Al mismo tiempo, la experiencia de los sufrimientos pasados los hacía sensibles a las necesidades de todos. Estas dos líneas convergen constantemente en elcuadro que la tradición ha legado de San Nicolás. Su juventud había conocido los tiempos inciertos de la suerte cristiana y su episcopado el nuevo período de tolerancia abierto por la política romana. Por todo ello no es aventurado establecer la fecha del 260 como año del nacimiento. Aquí es suficiente afirmar el clima hostil y duro de los primeros años de su vida.
Este primer marco cronológico se aclara aún más tomando como punto de partida otro dato interesante y suficientemente resaltado en las fuentes. Se trata de la partecipación del obispo de Myra en el concilio de Nicea. Al lado de esta noticia, bien interesante para establecer el término de nuestra historia, existe la tradición repetida por varios autores, según la cual el Santo murió en edad avanzada. Estos dos datos orientan a concluir nuestra biografía entre los años 330 y 340.
Efectivamente, el concilio de Nicea, primer concílio ecuménico dei mundo cristiano, ha quedado grabado con caracteres indelebles. En el año 325 el emperador Constantino,después dehaber unificado elimperio bajo su mando,convocaba a todoslos obispos del orbecristiano a unaasamblea conjuntaen la pequeña ciudad de Nicea, cercana a lacapital constantinopolitana. El término de la vida histórica de San Nicolás debe, porlotanto,colocarse después de esta fecha. Hastadónde debamos llegar posteriormente no es fácilestablecerlo. Noobstante,el hecho de quesu muerte se coloquе,en edad avanzaday de que noaparezca mencionado entrelos obispos de la segundamitad del siglo IV, delos que tenemos más noticias por Atanasio de Alejandría y por Jerónimo, permiten proponer también aquí una fecha. El arco de 1a vida del Santo se concluye hacía el año334.
Ahora se puede rellenar este cuadro con nuevas pinceladas y ofrecer así una figurahistóricamente válida. Los santos han llegado a una vida de comunión tan intensa con Dios que se convierten en intercesores y modelos para 1a vida humana. Pero estaacción divina se construye sobre la materia que El mismo creó. Esta materia es la vida y la historia. Sobre este conjunto y en indisoluble unión con el se fundamenta y edifica lavida de los santos. Han sido coronados de gloria justamente porque no se han substraídoa la vida terrena. Cuando vivieron fueron hombres y mujeres. El espíritu cristiano haflorecido sobre estas historias terrenas llenas de temores y esperanzas.
2. Tierra y cultura
La tradición recoge unánimemente, antes que la ciudad de nacimiento, la sede episcopal de San Nicolás. Todos se refieren a su obispado en la sede de Myra y allí también encontraron sus reliquias los fieles. Es ahí donde hay que situar los orígenes y la formación del niño Nicolás. A esta noticia fundamental se añade la indicazión de Pátara como el lugar de su nacimiento. En realidad se trata de dos ciudades cercanas ypertenecientes a la misma región administrativa . Ciudades orientadas hacia el mar y en el camino de las comunicationes entre Oriente y Occidente.
Estas dos ciudades formaban parte de la región de Licia, bien conocida en los orígenes dei cristianismo. Situadas en lo que el mundo antiguo conocía como AsíaMenor, forman hoy parte de Turquía meridional. Los cambios que la historia política ha realizado sobre estos territorios da ya una idea de su importancia. Licia es una región montañosa que penetra en el mar formando una pequeña penísula. Esta accidentada geografía hacía difíciles las comunicaciones por tierra, de modo que el mar costituíaprácticamente la única ventana abierta al mundo. Sus habitantes habían llegado por mar, de forma que casi ni conocían a otros pueblos vecinos. Defendían con éxito su independencia y Homero los menciona en su Ilíada, aunque terminan por ser helenizados ya en tiempos de Alejandro Magno. La lengua griega se convierte así en el medio de cultura más importante.
Los romanos le conceden una especie de autonomía, formando entonces las diversas ciudades la confederación de Licia. Fuentes provenientes del mundo romano hablan de las ciudades más importantes, entre las que se mencionan Pátara, Pinara y Myra. Esta es la tierra de San Nicolás, siempre de difícil dominio para el extranjero. El acontecimiento épico a que esta situación dio lugar lo narran los historiadores con profusión de detalles. Este espíritu orgulloso de su tierra y de sus costumbres tropezó con las luchas políticas, que siguieron a la muerte de César. Bruto, que se encontraba en Asia Menor con Casio, solicitó tropas y ayuda a los licios. Su resistencia trajo como consecuencia un despiadado asedio, al que muchos respondieron incluso con el suicidio. Unaresistencia verdaderamente numantina. Todo esto sirvió para que se aligerasen los tributos que debian pagar, y para que en el año 43 de nuestra era Licia y Panfilia fueran declaradas provincia romana por Claudio.
Por encontrarse situada en el camino marítimo hacia Oriente fue conocida por muchos viajeros y los mismos emperadores disfrutaron de su hospitalidad. Entrelas obras emprendidas y llevadas a cabo figuran los inmensos silos, cuyos restos son visibles todavía hoy. El trasiego del grano constituye uno de los comercios mejor conocidos del inundo antiguo. Myra, con la avanzadilla de su puerto llamado Andriake, era uno de esos centros.
Un violento terremoto en el año 141 hundió la región en la miseria y la crisis, pero se fueron rehaciendo lentamente. Licia vuelve a aparecer como provincia autónoma en el concilio de Nicea, donde es expresamente mencionada entre las listas de los Padres.
También ayuda a conocer mejor la vida de San Nicolás la referencia a las costumbres y religión de esta zona. Sobre la región de Licia no contamos con obras literarias locales y otros instrumentos, que puedan servir para tener una visión de conjunto. Los historiadores los mencionan entre los primeros que han construido tumbas excavadas en roca, que posteriormente otros pueblos han convertido en monumentos cultuales. Dealguna manera está aquí presente la creencia en fuerzas superiores a las de la naturaleza, con las que entraban en contacto los muertos. Entre éstos tiene un puesto de relieve el héroe de la Ilíada Sarpedonte, que representa la ayuda que los licios prestarona los habitantes de Troya contra los Griegos.
Pronto las deidades griegas entraron a formar parte de este reducido mundo licio. Célebre es el templo invernal de Apolo, personificación de la divinidad de la luz, que pasaba ese tiempo en Pátara. Emparejado con este culto estaba también la divinidadlunar, que llevabael nombre de Diana. Su morada se encuentra en la frondosa foresta junto a riachuelos y lagos. Vive de la caza y permanece virgen. De ahí su protección sobre las jóvenes, que enel día de sus bodas dejan algún recuerdo en su templo. Tiene su santuario en Myra, la ciudad episcopal de San Nicolás. Los Licios se dejaban facilmente embelesar por los oráculos, lo qual daba origen a un constante movimiento de personas hacia el santuario de Apolo. Lo que conocemos como religión pagana tenía aquí todas las expresiones proprias de la misma.
Esta zona, justamente por su posición de encrucijada marítima, conocía también lascostumbres y religiones de otros pueblos, particularmente las judías. Es conocida una carta de un cónsul romano a la confederación de Licia solicitando apoyo para los hebreos. Esta presencia resulta del mayor interés, porque siendo una región visitada por los judíos los primeros evangelizadores cristianos tenían el camino abierto.
La diáspora judía sirvió en un primer momento como vehículo de difusión del cristianismo. Los primeros predicadores eran de origen judío y, por tanto, se dirigían con la buena noticia a sus connacionales. Dado que el movimiento que llevaban los difusores del evangelio era de Oriente a Occidente, se comprende perfectamente que Licia fuera tocada muy pronto en sus viajes. Y así ès, en efecto. Los mismos Hechos de los apóstoles, relatando el tercer viaje de San Pablo, dicen: «Apenas separados, zarpamos y llegamos sin más paradas a Cos, al día siguiente a Rodas y desde allí a Pátara. Aquí encontramos una nave que viajaba hacia Fenicia, subimos y emprendimos el viaje» (Hech. 21, 1-2). También en el último viaje de San Pablo, cuando es conducido prisionero a Roma, tocan esta zona: «Zarpando de Sillón, navegamos reparados por Chipre, pues los vientos eran contrarios. Atravesado luego el mar abierto de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Myra de Licia. Allí elcenturión encontró una nave alejandrina que caminaba hacia Italia y nos hizo subir a ella» (Hech. 27, 4-6).
El cristianismo llegó pronto a esa zona, favorecido por el nudo de comunicaciones del mundo romano. Con las comunidades paulinashay que identificar estas iglesias. Comunidades que tienen su origen en la predicación apostólica, ya sea directa o mediata, y que continúan su vida cristiana unidos entre sí por la celebración de la eucaristía y bajo la dirección de encargados designados por los mismos apóstoles.
El cristianismo conoce una expansión floreciente en Asia Menor. A principios del siglo II Plinio el Joven escribe a Trajano contándole que aquella zona estaba «contagiada» por la infección de la nueva religión. Tertuliano alaba la extensión del cristianismo en aquella región, que comenzaba a ser regada con la sagre de sus primeros mártires. Es una zona cristianizada muy pronto y donde las persecuciones tuvieron frecuentes manifestaciones. De ellas la memoria de los cristianos de Licia ha conservado algunos nombres: Nicandro, Paregorio, León de Pátara y Crescendo. El fervor de estos cristianos se centraba en el Señor Jesús, abandonando por ello todas las prácticas que configuraban la religiosidad pagana. La más comprometida persecución fue la de Decio(250-251). Obligados a dejar constancia del sacrificio realizado a los dioses paganos, muchos cristianos accedieron al compromiso de obtener el correspondiente certificado con tal de salvar su vida. Otros prefirieron refugiarse en lugares desconocidos e inaccesibles como las montañas. Entre éstos conocemos a Temístocles y Dioscórides, que desarrollaban en Myra su actividad evangelizadora y sacramental. Pero el celo de los perseguidores llegó a descubrirlos y ambos terminaron su vida con el martirio. Nicolás joven oyó de sus mayores el relato de estos acontencimientos.
Todavía existe otro dato precioso, para conocer la juventud del futuro obispo de Myra. Con Licia se relaciona un conocido Padre de la Iglesia y contemporáneo de Nicolás. Se trata del obispo de Olimpia y probablemente también de Pátara, Metodio. Muerto hacía el 312 es conocido por sus escritos contra el filósofo Porfirio. Menciona en sus obras los errores que las comunidades cristianas iban rechazando sobre aspectos fundamentales de su fe. Cita a Sabelio, uno de los primeros herejes que rechazaban la doctrina de la Trinidad; a muchos gnósticos, que convertían el cristianismo en una doctrina solamente asequible a iniciados; a los ebionitas, para quienes Cristo no era Dios. Teología propia del siglo III, pero sobre la cual se va a construir el dogma de la Trinidad proclamado en el concilio de Nicea.
3. - Nicolás y sus orígenes.
Los primeros áños de la vida de los santos antiguos están plagados de leyendas tendentes a suscitar la admiración por ellos ya desde su infancia. Hablando de las fuentes de la vida del Santo se confirma la idea de que se sirvieron de otro Nicolás para rellenar este período. La coincidencia de nombre y ubicación perrhitió esta fusión. Lo interesante del dato es que a partir del siglo quinto el nombre de Nicolás tiene un éxito impresionante, locual es debido al influjo positivo del célebre taumaturgo.
Los cristianos de los primeros siglos seguían usando los nombres entonces en boga. Y así sucede con el de Nicolás, conocido ya en el mundo griego. En realidad se trata de la composición de dos palabras bien frecuentes en aquel vocabulario: victoria y pueblo. El nombre de Nicolás (nike-laos) significaba, pues, victoria de pueblo. Un nombre como tantos otros, pero que iba a conocer una difusión notable. Con Nicolás vencía el pueblo, los necesitados y los afligidos. Es normal que los hagiógrafos vean en todo esto una especial disposición divina. Porque en las buenas acciones concurren la voluntad de Dios y la libre elección de los hombres. Leyendo la vida de los hombres se puede ír conociendo 1a ciencia divinas. Y es que el mistero de cada persona en sus opciones determinantes no puede someterse a juicios humanos. Nicolás nace en un ambiente cristiano, como se puede deducir de la difusión en aquella zona, pero non vive en una sociedad cristiana. No debe maravillar el hecho de que sus padres fueran ya cristianos. El vacío histórico que se encuentra ha sido rellenado por los hagiógrafos con los lugares comunes en muchas biografías de santos. La posición acomodada de sus padres entra dentro de las suposiciones más fundadas desde el momento que el cristianismo había ya penetrado en los estratos medios de la sociedad y la tradición va a conservar, como primer episodio relevante, la generosidad del joven Nicolás.
En un ambiente cristiano se desarrolla la primera etapa de su vida. Etapa que loshagiógrafos consideraban tan importante que la llenaban de intervenciones milagrosas y signos prodigiosos.
La ciencia actual también la considera decisiva para 1a futura formación de la personalidad. En este clima familiar es normal que su infancia estuviera modelada por el espíritu dei evangelio. Dejamos hablar en este momento a Miguel Archimandrita, que evidentemente interpreta este primer período desde 1a perspectiva de lo que llegará a ser:
Una vez que Nicolás fue santificado por Dios desde el vientre materno,comenzó como todos los niños a mamar la leche de los pechos de la madre. YDios, como frecuentemente realiza con los siervos que ha predestinado, quiso poner de manifiesto con un prodigio el sentido de la vida .futura del gran Nicolás. Así, mamando los pechos de la madre, como hacen los niños, mientras en los otros días de la semana lo hacía normalmente, el miércoles yel viernes tomaba la leche una sola vez y en una determinada hora°.
Y esto no es imposible, pero referido no a la elección de niño, sino a la voluntad de la madre. En muchos ambientes las madres cristianas tenían la constumbre de hacer ayunar también a sus hijos. Aquí se eligen esos dos días, porque son los dedicados al ayuno en la Iglesia oriental.
Cristianismo y tradición licia son los dos pilares más firmes de sus orígenes. Familia religiosa y dedicada a trabajos relacionados con el mar son al mismo tiempo el clima propio. Todo ello recogido en un espíritu y carácter, que escapan con facilidad, pero que va a fructificar en este niño destinado a ser un gran obispo de la cristiandad.
4. - Primera formación.
Los años de la infancia y la juventud de Nicolás transcurren entre períodos de intolerancia y de libertad para los cristianos. La sociedad y las costumbres continuaban siendo mayoritariamente paganas. Los cristianos del siglo III solían reunirse en una casa privada para sus cultos y no poseían edificios expresamente destinados a tales efectos. Por eso, Nicolás debía encontrar en su vida diaria todos los elementos paganos que formaban parte de aquella sociedad. Los años de su infancia y juventud se reconstruyeron con la vida del monje, devoto del Santo, pero que vivió doscientos años después, porque la antigua vida de San Nicolás se había perdido ya entonces. Por esoesta historia se encuadra, no en una sociedad que conoce ya el cristianismo como unareligión predominante, sino en los tiempos que conocen el paso de una situación depersecución a otra de tolerancia.
El ambiente predominante en su mundo juvenil era el de una ciudad marítima, donde elír y venir del tráfico del puerto, confería a sus gentes apertura a otras culturas. De este modo Nicolás tuvo ocasión de ver en las navas viajeros provenientes de Grecia, Italia o Egipto. Estos comerciantes o simplemente aventureros se reunían en la plaza principal de la ciudad, llamada ágora, para intercambiar informaciones, historias legendarias y más en concreto mercancías. Los mismos cristianos aprovechaban este ambientebullicioso y curioso para anunciar el evangelio, como san Pablo en Atenas. Pero también estas plazas estaban adornadas con templos y estatuas erigidas a toda la serie de dioses paganos. En Pátara, la patria de Nicolás, existía el famoso templo dedicado aApolo.
Los jóvenes más afortunados de aquel tiempo podían recibir una brillante formación en las famosas escuelas de la antigüedad como Atenas, Roma oAlejandría. Muchos Padres de la Iglesia frecuentaron estos centros deformación, de modo que poseían la misma cultura que cualquier retórico o filósofo de la época. Pátara no era un centro famoso, pero tampoco ajeno a estos influjos. Por todo ello se puede pensar en una ,formación quecomprendía, además de la iniciación a la lectura, el estudio de la literaturaclásica de poetas y filósofos. La mention en la Ilíada de las gesta de los licios y la fortuna del texto de Homero en la antigüedad, tanto por la mezcla depoesía y espiritualidad como por la fusión de acciones divinas y humanas enuna misma obra, hacía particularmente atractiva su lectura para los jóvenesde estas ciudades. Una cultura pagana y una atmósfera de ciudad portuaria constituyen el primer contacto con la realidad de Nicolás.
Al lado de todo esto, sin duda alguna, se debe unir también suformación cristiana. En Pátara era viva la tradición de losmártires de los primeros siglos y la fe cristiana era un patrimonio antiguo para muchas familias. Por lo demás Licia vivió muchos períodos de tolerancia, Io cual permitió elarraigo de esta fe en aquella zona. Fe que conservaba como un tesoro de la tradición familiar, pero también como elección de los jóvenes que nacían en ellas. Normalmente el bautismo en la antigüedad era recibido en edad adulta. Y nada hace negar que también en Pátara se continuara con esta costumbre. Nicolás, nacido en el seno de un ambiente cristiano, poco a poco fue asimilando los modos y comportamientos de su familia. El bautismo como momento de incorporation definitiva a la vida de la comunidad cristiana es la primera base espiritual de la formación del futuro obispo.
5. - Las tres mozas.
Las notícias sobre el primer período de 1a vida de Nicolás tienen un punto de referencia constante en un hecho normal entonces y ahora, propio de jóvenes con un ideal. Los princípios evangélicos, particularmente aquellas enseñanzas que hablan de la atención ahuérfanos y viudas, constituían la primera referencia para un hombre destinado a serviren el seno de una comunidad cristiana. Esta es la substancia para reconstruir un episodio unánimemente referido en la tradición de San Nicolás. La memoria de esteacontecimiento ha tenido una repercusión costante en la representación del Santo. Efectivamente, siempre está acompañado de tres esferas o, en concreto, de tres muchachas. Luego vendrá reconocido como particular protector de niños indefensos o,en la representación dei santaklaus, como quien se preocupa de que no les falten juguetes.
El episodio al que nos referimos y de tanta importancia para la vida de este joven seencuadra perfectamente en el curso de esta historia. El hecho pone en contacto con la dura realidad con la que los pobres de este mundo deben confrontarse muchas veces.La desesperación puede llegar como último recurso, pero antes se prueban todos los caminos, incluso aquellos que pueden resultar humillantes y degradantes. El recurso a 1a prostitución como único medio para salir de una situación adversa o veder los propios hijos para salir de una dificultad económica eran hechos frecuentes, cuando la miseria atenazaba a una familia. Y en la antigüedad semejante práctica era tan difusa que casi ni se tenía conciencia de la ofensa, que constituía para quien la padecía.
La narración del hecho procede en las fuentes antiguas bajo la forma de leyenda dirigida a impartir enseñanzas evangélicas. Se trata de aprender a hacer la caridad con modestia y sin ostentación, de modo «que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha» (Mt., 6.3). Aquel mundo ofrecía abundantes ocasiones para aplicar este principio y Nicolás no los desaprovechó. Efectivamente, entre los vecinos de Pátara un hombre rico había perdido sus recursos quedando en una situación de extrema miseria. Pero, sobre todo, sufría viendo a sus tres jóvenes hijas sin futuro y abandonadas a su desgraciada suerte. La vecindad estaba al corriente del destino cruel de esta familia, pero una conciencia cristiana no podía resignarse ante la falta de recursos. La notoriedad del hecho se extendió aún más desde el momento que el padre comenzó a pensar en dedicar a la prostitución a sus hijas.
Pero ahora es mejor dejar hablar a su biógrafo antiguo:
Nicolás sin trasladarse a casa del padre y sin pararse a pensar en la cantidad dela limosna o en palabras de aliento, con la decision de librarlo de la infamia y almismo tiempo no hacer sonar la trompeta por su gesto, actuando con cautela, recogió en una bolsa una suma suficiente de monedas de oro. A escondidas la arrojó por la ventana en la casa de aquel hombre y de prisa volvió a su casa. Al despuntar el día, el hombre, levantándose de la cama, encontró en medio de su casa la cantidad de dinero y, sin poder detener las lágrimas, inundado de alegría, estupefacto y conmovido, dio gracias a Dios. Mientras, trataba de comprender el origen de tan gran bien. Recogiendo luego este don como si se lo hubiera dado el mismo Dios,el padre de las muchachas tomóel oro improvisamenteencontrado y se percató que la suma correspondía ala cantidad de dinero suficiente para una dote. Sin demoras adornó la habitación nupcial de la hija mayor. De este modo tuvo una vida honesta, llena de alegría y serenidad de ánima, gracias a la intervención de San Nicolás que permitió casarse a la hija.
6. Obispo de Myra
La vida de San Nicolás se encuadra, ateniéndonos a una lectura atenta de las fuentas, en el ámbito de una comunidad cristiana de finales dei siglo III y principios de IV.
Es conocido como el gran obispo de Myra. Esta ciudad entra en nuestra historia cuando Nicolás había crecido y madurado en la vida cristiana. En realidad se trata de un ambiente semejante al de Pátara. Myra se encuentra en el interior a cuatro kilómetros del mar. Pero poseía un puerto, llamado Andriake, que desarrollaba un gran comercio marítimo. También aquí existen famosos graneros del imperio romano así como un mercado central y un importante templo pagano. Este estaba dedicado a la diosa Diana, que tomaba el nombre de libertad por ser la protectora de la ciudad. En esta atmósfera ejerce su episcopado.
La figura del obispo cristiano de aquel tiempo se puede delinear con bastante claridad. Elegido entre los que sobresalían por su dedicación a la comunidad cristiana, frecuentemente era un simple fiel. Es conocido el célebre caso de SanAmbrosio de Milán, que fue elegido cuando aún no había recibido ni siquiera el bautismo.
En la antigüedad eran frecuentes estos hechos. La evolución de la legislación al respecto se fue modificando paulatinamente. Todavía en el siglo XII, el célebrecanonista Graciano, cuando habla de la necesidad de pertenecer alordenclerical para ser obispos aduce tres excepciones: San Nicolás, San Severoy San Ambrosio.
Sobre San Nicolás no hay referencia de su pertenencia al estado clerical anterior. En la tradición pasa por pertenecer al número de los que fueron elegidos obispos siendo simple fiel. Todo esto induce a imaginarlocomo un personaje bien conocidoentre los suyosy yadestacado por sus dotes naturales de amabilidad y benevolencia. La elecciónde obispo de Myra se describe con los moldes didascálicos de los autores antiguos y rodeada de una aureola divina y maravillosa. En este acto intervenía positivamente 1acomunidad cristiana indicando el nombre elegido y, frecuentemente, era obligado aaceptar el cargo a pesar de su oposición. También, debían partecipar en su consagración los obispos de las sedes limítrofes manifestando de este modo 1acomunión entre las diversas iglesias.
La narración antigua procede por estos derroteros.
A la muerte dei obispo de Myra,el pueblo yel clero se reunió en oración para encontrar un sucesor digno. Ya la noche anterior alguno de los obispos presentes tuvo la revelación de que se trataba del primero que entrase en la Iglesia por la mañana y que su nombre era Nicolás.
La narracion prosigue:
Habiéndose reunido los ciudadanos de la metrópoli de Myra y habiendo oído y creído a lo que los obispos amados de Dios habían referido, acogieron con alegría cuanto se refería al santo. Más aún, adujeron también sus propios testimonios. Así el que se llamaba Nicolás fue elevado a la cátedra episcopal. Se convertío en un óptimo pastor de aquellas ovejas dignas de Cristo, dando primero su ejemplo.
Los primeros pasos del obispo recientemente elegido se inspiran a su propensión a tomar medidas concretas en favor de la comunidad. El calificativo de pastor, en la vida de Nicolás, precede e ilumina el de maestro. No es conocido entre los grandes maestros dei siglo cuarto, pero forma parte de aquel conjunto de obispos moderados que rodean alas grandes figuras y hacen posible el triunfo de las doctrinas cristianas.
El episcopado de Nicolás comienza con el siglo IV. En aquel tiempo era emperadorDiocleciano, que llevó a cabo una profunda reforma administrativa del imperio. Descrito como una persona atormentada por la suerte del imperio, mantuvo durante algún tiempouna actitud tolerante hacia los cristianos. Pero entre los años 303 y 304 publicó, de forma teatral, cuatro edictos contra los cristianos. Los efectos de esta persecuciónapenas si se dejaron sentir sobre las iglesias, ya que el martirio no era el único camino abierto a los creyentes. Frente a los que en tiempos anteriores como el famoso padre de Licia, Metodio, afirmaban el camino del martírio, una nueva generacion de obispos, más atentos a las necesidades de la propia comunidad, evitaban exasperar los ánimos de las autoridades más tolerantes. Algunas veces se habla de que Nicolás también fue víctima de las persecuciones, sufriendo el encarcelamiento. Todo esto lleva a poner su episcopado por estos años y proseguirlo bajo el gobierno de Constantino, que duró hastael 337. Es substancialmente el período del ejercicio pastoral de Nicolás de Myra.
7. - El milagro del grano.
La situación religiosa permitía a estos obispos dedicarse enteramente a sus fieles.Era la figura central de aquellas comunidades y entre sus preocupaciones no sedistinguían aspectos materiales de aspectos espirituales. Los planteamientos de vida anteriores a su elevación a la cátedra episcopal siguen estando presentes en su nuevocargo. La tarea pastoral se convierte en primaria.
En este período las iglesias cristianas conocían una notable expansión, de modo que cada vez se hacía más imprescindible la dedicación plena de los obispos. Cada día eran más conscientes de que la libertad de culto les permitía reconstruir comunidades mejor organizadas y ciudades más pacíficas. Los cristianos comenzaban a considerar este mundo concreto como el lugar propio de la salvación.
La secuencia de momentos de tolerancia y persecución en el primer decenio del siglo IV mantenía una situación incierta sobre la suerte de los cristianos. Cuando en el 311 Licinio, hombre fuerte de la parte oriental del imperio, consiguió su victoria contra otroscésares hostiles' a los cristianos, atribuyó su victoria al Dios de éstos. Lo mismo sucederá con Constantino cuando derrota a Majencio en la célebre batalla del puente Milvio dos años después. Los cristianos, que habían luchado por la libertad de culto, se encontraban ahora con todas las posibilidades de usarlo rectamente en beneficio de aquella sociedad. En este marco la iпclinacion de Nicolás hacía los necesitados podía ejercerse con toda libertad.
Otra imagen frecuente de San Nicolás es aquella en la que se ven naves descargando trigo en el puerto y los hombres recogiéndolo y transportándolo a la ciudad. En las pinturas del Beato Angélicoel Santo contempla la acción, no como curioso de la escena, sino como centro de toda la obra. Por entonces, a la penuria que arrastran consigo las guerras se había unido la carestía derivada de las malas cosechas. Eran frecuentes las situaciones de extrema miseria como consecuencia de estas calamidades. Una de éstas se sitúa entre los años 311-313 siendo emperador de Oriente Licinio. Las naves, que transportaban grano proveniente de Egipto, seguían el camino que pasaba por Myra, pero no descargaban su mercancía. Los famosos graneros estaban vacíos y el hambre se dejaba sentir también en aquellas poblaciones.
La atención de Nicolás por su pueblo es puesta de manifesto con este motivo. Tambiénél estaba presente en el puerto con sus conciudadanos, cuando vieron llegar naves cargadas de trigo al muelle de Andriake. Aquí el hagiógrafo destaca la intervención decisiva del atento abispo:
En cierta ocasión, ante la escasez de grano en el territorio de Licia, llegaron al puerto de Andriake naves alejandrinas llenas del cereal, para hacer una parada. Los mercaderes fueron a referir el hecho a San Nicolás. El Santo se presentó enel puerto de la ciudad de Myra y ordenó a los marineros que descargasen un poco del contenido de cada nave: `Así no moriremos de hambre', dijo. Le respondieron que el grano estaba destinado al pueblo de capital y que no pedían plegarse a su petición. El Santo les contestó: `Descargad de cada nave cien moyos (medida antigua) de vuestra carga y yo mismo me preocuparé de vuestra impunidad ante los recaudadores de Constantinopla.
En aquellos años Constantinopla no era capital imperial, pero Miguel Archimandritarefiere estos acontecimientos al tiempo de Constantino.
La narración prosigue:
Convencidos los marineros le dieron el grano conforme a las indicaciones recibidas. Luego, como el viento les era favorable, llegaron a Bizancio. Fueron a medir el grano y se encontraron con que las cargas correspondían al peso embarcado en Alejandría. Se maravillaron por el prodigio y comenzaron a contar a los recaudadores los extraordinarios milagros de San Nicolás. Todos glorificaban a Dios, que concede la gracia a los que lo aman. El Santo tomó elgrano y después de medirlo lo distribuyó a todos. Todos daban gracias a Dios constantemente, puesto que el grano recibido como gracia les bastó para dos años. Más afin, como habían conservado una parte para semilla, sembraron sus tierras y gozaron así de los beneficios de Dios, por intercesión de San Nicolás.
Poco a poco se va delineando una fugura más precisa del Santo sin necesidad de renunciar a la intervención divina en su vida. Como obispo se preocupa de su pueblo, pero también actúa con autoridad y decisión, cuando la ocasión lorequiere. Cuando, según las descripciones antiguas, «las lluvias habituales y los
chubascos no cayeron en las cantidades acostumbradas, se produjo una carestía inesperada, a la cual se unió la peste y otras enfermedades». La situación requería actuar con decisión en favor de su pueblo. Ese rasgo de energía aparece también descrito en otro acontecimiento importante.
8. - Reducción de los impuestos.
Es un hecho posterior, seguramente de los últimos años del Santo, cuandoConstantino exasperó los impuestos sobre los ciudadanos. Las relaciones de San Nicolás con la corte constantinopolitana están atestiguadas en relatos anteriores a La Vida de Miguel Archimandrita. Ofrecen una imagen del obispo celoso de los derechos de sus fíeles frente a la prepotencia del emperador. Y esto los hace particularmente valiosos, ya que en la tradición el emperador es presentado como el gran defensor de los cristianos. Hoy se conoce mejor la figura de Constantino como emperador autoritario, sobrepasando frecuentemente los límites de la moderación y de la equidad. Si en hagiografía no es fácil encontrar un obispo que se oponga a la prepotencia del emperador, en la realidad esta situación debío producirse con más frecuencia de loque estamos acostumbrados a pensar. Los habitantes de Myra tuvieron que hacer frente a estas medidas implacables. Entre los años 324 y 330 Constantino necesitaba medios de financiación enormes, para llevar a cabo el costoso proyecto de erigir la nueva capital del imperio en Constantinopla. La necesidad de buscar dinero para cumplir con estos impuestos favorecía a los que lo tenían, pero empobrecía a los que debían vender mercancías para obtenerlo. Una situación insostenible para muchos. Sus conciudadanos la piden a Nicolás que intervenga, lo cual significa que por entonces era la persona de mayor confianza de aquellos hombres. Los obispos cristianos gozaban, por su sentido de la equidad y de la compasión, del aprecio de cristianos y paganos. Ante esta situación Nicolás promete.
Mis amados hijos, no solamente os ayudaré con escritos, sino que yomismo iré a ver al augusto emperador por este motivo. Y no cesaré desuplicarle con dulces palabras y le convenceré para que con sumandato ponga fin ala desgracia de este tributo, que nos hanimpuesto movidos por el odio y la envidia. Convencido de esta misión, habiendo hecho los preparativos para el viaje, se marchó.
Nicolás viaja a Constantinopla decidido a proponer al mismo emperador su ardiente petición en favor de sus conciudadanos. La entrevista con Constantino transcurre con suma delicadeza por ambas partes, pero Nicolás mantiene la propuesta reducción de impuestos. El obispo de Myra ya había mostrado en otras ocasiones su carácter enérgico y ahora consigue que el emperador mande a Teodosio, primer notario y archivero, que registre la concesión de esta gracia.
Esta intervención tiene en la tradición un marco prodigioso. Cuando Nicolás tuvo en mano la concesión, loprimero que hizo fue buscar una caña vacía. En el hueco metió la orden y la echó al mar. Por intervención divina la caña llegó hasta Andriake y al verla algunos pescadores la recogieron y la llevaron a las autoridades de la ciudad. Una vez leída se la presentaron al gobernador, que enseguida reconoció el sello imperial. A partir de ese momento los impuestos de los myreses se vieron reducidos de diez mil a cien. Como a algunos funcionarios les parecía excesiva la reducción, Constantino hizo llamar al obispo para llegar a un acuerdo sobre una nueva cifra. Al enterarse de que la orden había llegado ya a Myra, mantiene la reducción. De esta forma el milagro revelala dedicación de Nicolás a su pueblo. Cuando se escribe esta historia estaba todavía en vigor la reducción de los impuestos en Myra y el pueblo atribuía este benficio a lainiciativa del ilustre obispo.
9. - En el concilio de Nicea.
El ministerio que más sobresale en la vida de Nicolás es la cercanía y dedicación a su pueblo. Pero el obispo tenía la funcion de enseñar a sus fieles. En las iglesias cristianas había siempre una cátedra desde la que el obispo predicaba todas las semanas su homilía. Las disputas teológicas del siglo cuarto son suficientemente conocidas y también sus protagonistas: Atanasio, Osio, Hilario, etc. Son los famosos Padres de la Iglésia. San Nicolás es contemporáneo de ellos y tuvo que afrontar semejantes problemas, si bien su actividad en este campo se reduce al papel de apoyar y secundar las grandes iniciativas de aquéllos. En la vida de Nicolás prevalece el pastoreo sobre el doctorado. No obstante, es noticia bien documentada su asistencia al primer concilio ecuménico y las fuentes hagiográficas lo han relacionado siempre con las enseñanzas sobre la Trinidad.
La historia general del cristianismo conoce a principios del siglo IV una de las controversias más importantes de todos los tiempos. Y es que en ella se jugaba la substancia misma de la fe cristiana. Nicolás conocía, sin duda, una antigua herejía, que reducía la doctrina de la Trinidad a modos del lenguaje. De esta manera hablar de un Dios personalmente creador, redentor y santificador no era más que una metáfora. Metodio de Olimpia conocía a Sabelio, difusor de estas enseñanzas, y Nicolás estaba alcorriente. Pero si esta herejía era reconocida como contraria a la Trinidad cristiana por todos los obispos del tiempo, no sucedía lo mismo con la que ahora surgía.
Efectivamente, en Alejandría un presbítero llamado Arrio, comenzó a difundir ladoctrina según la cual las Tres personas eran de substancia diversa. El efecto más inmediato era considerar al Hijo como una criatura humana, por supuesto de gran nobleza e integridad. No se reconocía en El a la persona divina que había realizado la redención. El enfrentamiento entre Arrio y su patriarca Alejandro se recrudece en el318, cuando depuso en un concilio аsu presbítero. Arrio, no obstante, consigue el apoyo de algunos obispos, algunos de los cuales estaban en la misma corte del emperador. De este modo la cuestíon terminó por dividir gravemente la comunión del mundo cristiano.
Esta situación no era grata a los ojos de Constantino, que en su decisión de unificar el imperio bajo su mando había llegado a combatir y derrotar al césar de Oriente Licinio.Con 1a muerte de éste quedaba la puerta abierta a todas las iniciativas de Constantino.En ese momento la más importante consiste en convocar un concilio enviando cartas a todos los obispos, para que se reúnan enNicea ciudadde la regiónde Bitinia en AsíaMenor y no lejana de la capital. Este concilio, celebrado en el año 325, es el primerconcílio ecuménico y como tal ha recibido siempre una veneración particular. Los diversos asuntos fueron tratados en orden a conseguir la paz eclesiástica, que el emperador consideraba como un punto fuerte de su política. Se unificaron costumbres y se aceptó un símbolo o credo válido para todos los cristianos, pero la gran controversia arriana prosiguió todavía mucho tiempo después.
La presencia de San Nicolás en el concilio de Nicea es una noticia frecuente en las fuentes de su vida. La hemos encontrado en 1a lista de Teodoro el Lector redactada hacia el 515. El hecho de que su nombre no se encuentre en otras listas no debe sorprender, pues un obispo tan activo en el concilio como San Pafnucio tampocoaparece en todas. Además, en muchos casos estas listas solamente se refieren apersonajes famosos o que de alguna manera estaban más cercanos a los protagonistasdel concilio. Nicolás conocía la doctrina trinitaria formulada contra Sabelio, pero 1acuestión arriana resultaba más complicada.
La fe de San Nicolás en 1a Trinidad se limitaba, conforme a las expresiones conocidashasta entonces, a manifestar la profunda convicción de que Dios había intervenido personal y realmente como Padre en la creación, como Hijo en la redención como Espíritu Santo en la santificación de los fieles. Pero el arrianismo había dado una interpretación peligrosa a esta fe tradicional, presentando las tres Personas como diversas y, por consiguiente, sin lazo alguno de unión entre ellas. Era un tema nuevo con el cual el obispo de Myra entró en contacto por primera vez en el concilio de Nicea. Por eso, la actitud de Nicolás se refleja mejor en la corriente, por lo demás mayoritaria entre sus colegas de Oriente, según la cual el arrianismo era inaceptable. Diferían, en cambio, de los métodos intransigentes y dogmáticos de Atanasio y sus seguidores. Este grupo de obispos moderados preferían conservar la comunión de los cristianos antes que insistir sobre la importancia de ciertas formulaciones dogmáticas. Muchos de ellos son desconocidos, porque los historiadores posteriores evitaron todo aquello que podía obscurecer la figura del «campeón de la ortodoxia», Atanasio de Alejandría.
Las doctrinas ortodoxas, contrarias a Arrio, no se impusieron inmediatamente en el mundo cristiano. Y ello porque para muchos obispos las formulaciones del concilio de Nicea parecían hacer revivir de nuevo la antigua herejía de Sabelio. Fue necesario un período de tiempo suficiente para que, los obispos que no eran arrianos pero tampoco ciegamente nicenos, comprendieran que con la doctrina conciliar se evitaban nuevos y antiguos errores. Nicolás está en esta corriente, sin duda. Una noticia biográfica, conservada por Andrés de Creta, presenta su acción dentro de este grupo de obispos moderados.
En el Panegírico, que Andrés de Creta pronunció con motivo de la fiesta del Santo ante los myreses, recuerda una tradición oral, que ayuda a comprender la actitud de Nicolás ante los herejes. Se trata de los diálogos tenidos con un obispo llamado Teognides, nombre que coincide con el titular de Nicea contrario a los acuerdos del concilio. Con el fin de hacerle deponer su actitud el titular de Myra, pensando en las palabras del apóstol que manda que no se ponga el sol sobre la ira de los cristianos, dialoga amablemente con aquél. El biógrafo añade por su cuenta: «Si un hereje, que había sido contagiado por el mal durante muchos años, entraba en relación con el Santo, pronto quedaba libre y como consecuencia de la conversión se hacíaintrépido predicador de la recta fe». Nicolás tenía como centro de su fe la caridad cristiana y 1a paz de la Iglesia, locual lohacían más convincente a la hora de superar las barreras doctrínales. Este rasgo permite comprender mejor su acción en el concilio de Nicea. De esta corriente surgirán los grandes Padres que, como Basílio y Gregorio, explicarán la parte de razón que tenían los contrincantes de Nicea así como la parte de error.
Los hagiógrafos han referido varios episodios fàntásticos, para describir la participaciónde Nicolás enNicea. El primerose refierea la discusión con unfilósofo, con el fin de demonstrarle que no es contradictoria la doctrina cristianaque habla de un Dios y tres Personas. Con un ladrillo en las manos el Santo leexplica que está compuesto de agua, tierra y fuego y que, sin embargo, se trata de una sola cosa. Estas palabras se confirmaron cuando el ladrillo prendió fuegoy de él se desprendían gotas de agua. Muy antiguo también es otro episodio en elque se narra la ira de Nicolás que, ante la obstinación de Arrio, la emprendió a bofetadas con él. Por este exceso fue encarcelado por el emperador, pero en la prisión Cristo y la Virgen se le aparecieron para restituirle los vestidosepiscopales, de los que había sido despojado. Son historias que rellenan lapartecipación de San Nicolás en el concilio de Nicea,
10. Abogado de los indefensos
Los acontecimientos de la vida de San Nicolás, que van perfilando con mayor nitidez su personalidad, están siempre relacionados con su prodigiosa actividad pastoral. La figura del obispo cristiano de la primera mitad del siglo IV, que conservaba en la memoria lasgestas de los mártires, está volcada a la pacificación de la sociedad gravemente dividida entre cristianos y paganos. Pero esta nueva generación de obispos, decidida a dejar sentir positivamente el influjo de la fe cristiana en su mundo, debía hacer frente a la corrupción de los nuevos ambientes cristianos. Gozaban cada vez de mayor prestigio enla sociedad tanto porque conservaban la integridad del mártir cuanto porque eran modelo de honestos gobernantes. Al lado de la importancia que la nueva situación política les confería estaba el valor de su fe y virtudes. Nicolás pertenece a esa clase de santos cercano a sus gentes y a los problemas de su sociedad.
El empeño por la justicia y la energía correspondiente para imponerla aparecen como dos caracterizaciones muy propias del santo. Los episodios de su vida, que se refieren a estos aspectos, gozan de la mayor verosimilitud histórica. Se trata, en efecto, de los acontecimientos más célebres de la antigua tradición y narrados con los detalles propios de quien conoce bien el momento. Encontramos aquí el núcleo a partir del cual se puede contextualizar muy bien el tiempo y el espacio de San Nicolás. La narración es aquella que en las fuentes hemos llamado la Gesta de los capitanes imperiales. Este documento une dos episodios, seguramente separados en el tiempo pero unidos por un mismo significado: intervención en favor de los injustamente condenados.
11. Protector de sus conciudadanos
Estos episodios se inscriben en el contexto de la vida militar tan importante en aquella sociedad. Las rebeliones de los diversos pueblos, que componían el vasto imperioromano, eran frecuentes y la necesidad de someterlos era siempre encomendada a las legiones romanas. Para el cronista antiguo esta vez se trata de someter la rebelión delos Taifales en Frigia, pueblo entonces famoso por su arrojo e intrepidez. Esta rebelión puede comprenderse muy bien en los últimos años del enfrentamiento entre Licinio yConstantino, por lo que el hagiógrafo la sitúa en tiempos del último, vencedor de lacontienda. Lastropas romanas llegaron al puerto de Myra y se dedicaron, durante el reposo antes de 1a batalla, a merodear por la zona con grandes jolgorios. Se puedeimaginar el desorden provocado y la inquietud creada entre los habitantes de la zona. El relato procede con una escrupolosidad digna de un meticuloso cronista, por supuesto con las ya conocidas intenciones docrinales y piadosas.
La situación comenzó a crear fastidio entre la población y la chispa no tardó en saltar.En el mercado del puerto de Andriake, bien conocido ya en esta historia, estalló una seria reyerta entre ciudadanos y soldados «de modo que tambíen en Myra sepropagó la reacción contra éstos, ya que eran indisciplinados y provocadores de tumultos», comenta el hagiógrafo. Nicolás desciende a la plaza para calmar los ánimosy los mismos oficiales le aseguraron que el incidente no pasaría a mayores. Pero lasituación se estaba haciendo incontrolable desde el momento en que el gobernador de la plaza había tomado medidas contra algunos ciudadanos. Tres habitantes de Myrahabían sido condenados a ser decapitados.
La agitación tomaba tintes dramáticos para estos hombres injustamente condenados. Lanoticia llegó a oídos del Santo, cuando estaba con los capitanes que le habían prometido la pacificación. Nicolás esel auténtico protagonista de la acción. Labúsqueda del lugar de la ejecución capital no era tarea imposible en una ciudad antigua, en las que existía una plaza destinada a estos castigos. Berra es el nombre donde se castigaba y seejecutaba a los condenados en aquella ciudad. Allí se encontraban los tres conciudadanos de Nicolás ya listos para sufrir la decapitación.
La parte central de relato prosigue:
El Santo llegó enseguida y encontró la muchedumbre y la guardia con la espada en las manos para matar a aquellos hombres nada más llegar. Al llegar el santo varón, vio que los tres hombres estaban a punto de ser ajusticiados ya con la cabeza envuelta en sudarios, de rodillas y con el cuello preparado para recibir el golpe. Por eso el santo se dio prisa y, después de haber quitado la espada al guardia, la arrojó lejos. Quitó las cadenas de los condenados y los condujo a la ciudad diciendo: `Estoy dispuesto a morir por estos inocentes'. Nadie en el pelotón se le oponía ni lo contradecía, pues conocían su religiosidad y su juicio imparcial.
Semejante intervención es comprensible por la autoridad y el prestigio que había adquirido esta generación de obispos cristianos. El mismo Constantino comenzó a darles una importante cuota de poder en aquella sociedad. San Nicolás tuvooportunidad de usar este prestigio con gran ecuanimidad y decisión.
El celo de San Nicolás por reparar la ofensa de los inocentes no se para aquí. Era necesario corregir a los que habían obrado injustamente. Por eso, la narración prosigue con la correción de los falsos acusadores y del mismo gobernador, que se dejó inducirpor ellos. El Santo se presentó en el palacio e increpó al gobernador, llamado Eustracio, no sólo por la injusta condena que
había impuesto, sino también por la rapiña y el sacrilegio que había cometido. La corrupción de los hombres de gobierno era entonces voz común. Nicolás reconoce quela denuncia había partido de otros, pero el gobernador era el máximo responsable y además se había dejado sobornar por dinero. El Santo consigue su arrepentimiento y, a pesar de la energía con que lohabía acusado, no toma medidas contra él.
12. - Liberación de los tres capitanes.
La narración de este primer episodio concluye: «El santo varón, ante la insistencia de los capitanes, perdonó el error del gobernador y no lo castigó por lainjusticia cometida contra aquellos tres hombres» 3.
De este modo entran en escena estos oficiales del ejército romano, que van a convertirse en protagonistas de otro hecho famoso de la vida del célebre obispo. Aunque los dos hechos pertenezcan a tiempos diversos, no obstante, tienen el mismo significado. Este segundo hay que colocarlo ciertamente en tiempos del emperadorConstantino. Aquí los protagonistas tienen un rostro fácilmente identificable en la historia del tiempo.
La escena ahora se traslada a Constantinopla, donde los oficiales vuelven después de haber cumplido su misión de pacificación con éxito y donde son recibidos con premios y festejos. La celebración de las victorias de los generales romanos tenía siempre por escenario el foro, adornado de arcos triunfales y repleto de una muchedumbre que aclamaba eufórica. En este clima se entiende que las intrigas del palacio pronto se trasformaran en envidias y luchas de competencias.
Uno de los conocidos intrigantes de la corte de Constantino se llamaba Ablavio, cuyo nombre aparece también en esta historia. Famoso gobernador pagano se habíaconvertido al cristianismo continuando así su carrera política como favorito del emperador. Su prepotencia y avidez llegan al extremo de liquidar a un famoso filósofo dei tiempo, de modo que la misma corte imperial terminaba por hacerse odiosa para los ciudadanos. También es conocido por el apoyo dado a los obispos nicenos, que le reservan los únicos elogios de la historia.
El apoyo del inocente y la denuncia del injusto son dos rasgos muy propios de la figura de San Nicolás. En Nicea aparece dialogante frente a los más exaltados, aquí enérgico frente a las intrigas de Ablavio. Es un Santo que pertenece a aquella clase de obisposformados en los tiempos recios de la persecución y, por consiguiente, contrario en unasituación de tolerancia a la corrupción y abuso de poder.
Los capitanes, que habían conseguido la pacificación y que habían conocido al obispo en su intervención en Myra, pronto se encuentran en el objetivo de los intrigantes de lacorte. No era fácil soportar su ascendencia entre la población y menos por los cortesanos siempre dispuestos a no ceder ni un ápice en su despotismo. La narración hadejado el nombre de los oficiales: Nepociano, Urso y Herpilión. El primero era el másconocido, por ser general de los ejércitos romanos, mientras que los otros dos eran altosoficiales. Nepociano estaba casado con una hermanastra de Constantino y su influjo eracreciente hasta el punto de provocar las insidias de otros colegas y de Ablavio, hombre fuerte dei momento. La mejor forma de proceder contra los tres oficiales era referir aConstantino que estaban apovechando su prestígio para conspirar contra su poder absoluto. De modo que, sin más investigaciones o informaciones sobre la veracidad delos hechos, ordenó que fueran inmediatamente arrestados y metidos en la cárcel.
La amistad de Nicolás con Nepociano databa de los tiempos de su encuentro en Myra.Además la admiración por el modo de intervenir en favor de los tres habitantes de Myrahabía quedado profundamente grabado en su espíritu. Por eso, cuando la situación comenzaba a tomar los peores derroteros, vuelve a su memoria la venerable figura de aquel anciano obispo. La honestidad de estos capitanes también había impresionado alobispo. Ya en la cárcel el mismo guardián había hecho amistad con ellos. Otros colegas suyos buscaban por todos los medios la liberación de los tres injustamente condenados. Todo ello hizo queel ataque contra ellos se hiciera más intenso, de modo que pordinero Ablavio continúa insistiendoal emperador que, incluso enla cárcel, tramabanla rebelión. Conel fin de mantener controlada la situación, deciden eliminarlos antes de que salierael sol.
Ante el curso de los acontecimientos los tres recuerdan los acontecimientos más hermosos de su vida, entre los cuales se contaba su encuentro con el reconocido obispo de Myra. Particularmente les vino a la memoria la intervención del Santo para salvar a los tres habitantes de su ciudad. Entonces Nepociano oró de la siguiente manera:
Señor, Dios de tu siervo Nicolás, ten compasión de nosotros, en virtud de tu misericordia y de la intercesión de tu santo siervo Nicolás. Y del mismo modo que por medio de él tuviste compasión de aquellos tres hombres condenadossin razón y los salvaste de la muerte, así ahora danos la vida también a nosotros, conmovido por las intercesiones de tu santo obispo.
Los tres razaban del mismo modo y se acordaban del venerable varón.
La decidida intervención de Nicolás en favor de los indefensos es bien conocida. Elcronista, llegado a este punto, mezcla historia y hagiografía, con el fin de dejar bien clara la figura de San Nicolás como defensor de los inocentes. Prosigue, pues, la narración con las siguientes palabras:
Por gracia de Dios, San Nicolás, que tiene compasión de todos y se muestra a los que lo buscan de todo corazón para protegerlos, y glorifica siempre a los que lo glorificаn y salva a los humildes de corazón, aquella misma noche se apareció al emperador y le dijo: Constantin, levántate y libera a los tres capitanes que tienes en prisión, puesto que fueron condenados injustamente. Si no haces lo que te digo se levantará en guerra la región de Durazo y tus restos serán pasto de fieras y buitres, después de conversar contra ti conCristo, rev de reyes'. El emperador le dijo: Quién eres y cómo has entrado a estas horas en mi palacio?' La voz le dijo: Soy Nicolás, obispo pecador; resido en Myra, metrópoli de Licia». Terminadas estas palabras, desapareció.
También Ablavio tuvo esta aparición en sueños con amenazas incluso superiores. Tanto el emperador como su consejero atribuyeron aquella experiencia, no a la magia como era frecuente en aquel tiempo y los mismos emperadores practicaban, sino a una fuerza superior. Era necesario aclarar la situación.
A la mañana siguiente Constantino reuno a sus consejeros y prefecto y mandó llamar a los tres oficiales. Para evitar todo rastro de magia en aquella acción, pregunta a los encarcelados sobre su conocimiento de Nicolás, obispo de Myra. Comenzaban a clarificarse las cosas. No solamente no habían tramado complot alguno contra elemperador, sino que los tres habían invocado ardientemente la tarde anterior al Santo. Contaron su experiencia de Myra en tiempos de guerra y la acción del obispo. De este modo quedaron libres de toda injusta acusación. Constantino les ruega, entonces, que vayan a referir el suceso al obispo Nicolás «dándoles, concluye el cronista, preciosos regalos: un Evangelio
de oro, dos candelabros de oro, un cáliz de oro adornado con piedras preciosas para llevarlos al santo varón, y al mismo tiempo cartas personales».
Estos episodios se consideran clásicos en la vida de San Nicolás. La narración procede siempre con detalles fácilmente contrastables con la historia civil del tiempo, introduciendo en ese contexto el valor de las virtudes y de la intercesión del anciano obispo. Lo que más sorprende de estos hechos es que los personajes que intervienen secorrespondan milimétricamente con el carácter de las personas históricas y con elambiente correspondiente a aquel período. La importancia de este documento estribaenque, no solamente presentaa Nicoláscomo un hombre reconocido como santo de Dios en la tierra, sino que además es una fuente decisiva para poder contornear mejor su imagen. Hombre virtuoso, por supuesto, pero al mismo tiempo ajeno a intrigas de poder o influjo político. Si frente a los intrasigentes de Nicea aparece moderado, frente alosfavores que aquéllos recibíande lacorte a costa de la suertede losindefensos aparece enérgico e intrépido defensor de la justicia.
13. - Cristianismo y paganismo.
La situación religiosa dei imperio romano a principios del siglo cuarto forma partedel contraluz de la figura de San Nicolás. Las formas religiosas paganas, oficiales o supersticiosas, penetraban todos los estratos de aquella sociedad. La religión pagana seguía siendo mayoritaria, aunque los cristianos habían conseguido una libertad de culto, que les permitía proseguir en condiciones favorables su obra evangelizadora. En la tradición del Santo también se refleja este conflicto y permite delinear algo más sufigura.
Los protagonistas de esta situación habían vivido momentos de trepidación durante las persecuciones. Ahora se sentían envalentonados en su empresa de vencer alpaganismo. La suerte del mismo se veía amenazada por el celo de los nuevospredicadores. Eran tiempos recios y duros, de modo que la moderación no era la virtudmas sentida. La tolerancia invocada por Símaco ante San Ambrosio es una lección quela historia tardó en aprender: «Al sublime misterio humano no se puede llegar porun solo camino».
Los cristianos interpretan la lucha contra el paganismo a la luz de la palabra revelada sobre el exterminio de los demonios. En este campo era común la idea de Orígenes según la cual los dioses paganos eran demonios difrazados. La creencia popular los hacía habitar en los templos dedicados a esos dioses. Las prácticas idolátricas, losoráculos y la prostitución sagrada eran prácticas frecuentes en esos lugares, inspiradas evidentemente por los demonios. La forma de castigarlos consistía en quitarlesadoradores convirtiéndolos al cristianismo v destruyendo sus sagrados recintos.
Nicolás tuvo que enfrentarse con esta situación en todo el arco de su vida. Licia era una región con oráculos paganos famosos. La acción pastoral del Santo no sereducía sólo a la defensa y compañía de sus fíeles, sino que tabién tenía quepreocuparse de reducir el influjo demoníaco presente en aquella sociedad pagana.Como hombre de acción emprende la demoliciónde lossignos de paganismo de aquella sociedadantes que dedicarse al debate filosófico muy vivo entonces en otrosambientes. En la narraciónde estos acontencimientos lapresencia del demonio es más evidente tanto por 1a interpretación que los cristianos daban a estas acciones como porel influjo monástico posterior. Miguel Archimandrita nos lo presenta así:
Predicando esta fe sana e incontaminada a los fieles que dependían de él, por decirlo en pocas palabras, Nicolás, pastor dotado de la divina sabiduría, movido por el cela celestial y por el Espíritu divino que en él habitaba v que iluminaba su alma, emprendío el exterminio de los demonios con decisión. Reflexionando sobre lasaberraciones del engaño idolátrico y sobre los altares que todavía existían en la metrópoli de Myra y los demonios que disfrutan con los finales ajenos, alimentando a los hombres más desprovistos de talcos vaticinios, se rebeló condecisión contra semejante impiedad.
14. - Destrucción del templo de Diana.
La presencia en su misma ciudad de los templos paganos era un reto constante. La difusión de los cultos paganos la había conocido en su ciudad natal, donde existía elfamoso templo de
Apolo Patareo. En Myra existía, según antiguas inscripciones, «el más bello y el más grande de los edificios de Licia» dedicado a Diana, diosa liberadora de la ciudad. Los cultos paganos tenían además otras edificaciones y lugares menores, pero numerosos:altares, árboles, fuentes,etc., poblandode este modo elmundo de fuerzas fantásticas y tenebrosas. Nicolás combatió estas manifestaciones paganas con un celo semejante alque había usado para defender a los inocentes.
El hagiógrafo lopresenta empeñado en cerrar aquel capítulo pagano y abrir con fuerza el cristiano. En su acción había llegado a buscar los diversos centros de influjodemoníaco, pero permanecía aún el más importante. Se va a presentar la acción más espectacular de este esfuerzo, que debió acontecer en los últimos añosde suvida. Estamos, pues,entre los años330 y 340. Así nos describe este momento MiguelArchimandrita:
Divinamente inspirado pensó llevar a cabo una gran empresa: destruir eltemplo de Diana que se levantaba imponente en la ciudad. Era el mayor de todos los templos en altura y en variedad de decoraciones, incluso en lapresencia de demonios. Por eso, constituía una fuerte tentación de impiedadpara los descarriados. Nicolás, decidido a acabar con ellos, por la gracia de Cristo que habitaba en él, y a extirpar en su región el floreciente culto de los demonios, fue personalmente a este templo abominable y, demoliendo tantolas partes superiores como destruyendo los fundamentos, ahuyentó a los demonios que anidaban allí.
El acontecimiento se inscribe en un momento en el que el paganismo comenzaba a ser declarado ilegal en la misma legislación romana. La destrucción de templos es unapráctica frecuente en aquel período y los cristianos aprovechaban los restos para edificar sus nuevos lugares de culto. De esta manera las ciudades comenzaban apoblarse de signos cristianos y el paganismo iba desapareciendo. Muchos de estosnobles despojos servían para embellecer la ciudad imperial, que estaba surgiendo enConstantinopla. Por consiguiente el acontecimiento se puede situar muy bien en los últimos años de vida del Santo, es decir, hacía el 334. Y a estas alturas el prestigio y la autoridad de Nicolás debía ser universalmente reconocido, pues tiene la posibilidad de destruir un centro tan importante. Había, pues, conquistado una fama en tierra y en vida altísima, que la posteridad se iba a encargar de perpetuar. Era el personaje histórico idóneo para crear en torno a éluna inmensa leyenda.
15. - Muerte del Santo.
Este acontecimiento tiene en la hagiografía continuación, con el fin de ilustrar mejor aún la lucha contra los demonios y la victoria definitiva del Santo. También refleja el culto que va a florecer sobre su tumba. La venganza de los espíritus malignos consiste ahora en entregar un recipiente de aceite adulterado, para provocar así la destrucción de su iglesia. Pero durante el viaje por mar, San Nicolás desenmascara la obra diabólica y manda que 1a botella de aceite sea arrojada al mar. Ello provocó en las aguas y sedesencadenó una tempestad, que fue calmada por 1a intervención del obispo de Myra.
En la década del 330 se concluye la vida del Santo. Se celebra su memoria conparticular rilieve el 6 de diciembre, fecha con probabilidad de su muerte. Los detallesdel acontecimiento no están redactados como un certificado preciso, porque no era ésta lacostumbre de los cronistas. No obstante, merece la pena leer la descripción que hahecho Miguel Archimandrita:
Después de haber vivido en la ciudad de Myra y de haber perfumado a todoscon suavísima y santísima conducta de vida y actividad pastoral, abandonó su vida mortal y pasó al reposo eterno, regocijado por el coro de los ángeles,gozando en unión de las multitudes de los patriarcas e intercediendo incesantemente por aquellos que lo invocan con alegría en la fe y sobre todolos oprimidos, desgraciados y miserables. Su cuerpo precioso y oloroso porla fragancia de la vίrtud, sepultado en su iglesia, derramó enseguida unaceite perfumado y suave, que aleja todo maleficio y es apto para proveer el rimedio que salva y rechaza el mal, por la gloria de Cristo, nuestro verdadero Dios que lo glorificó.
La importancia de la acción terrena de Nicolás en Myra hacía quela fecha de su muerte se conservara viva en la memoria de sus fieles. Su fiesta se continúa celebrando, todavía hoy, el día 6 de diciembre. Para los antiguos cristianos la fecha de la muerte erael día de la victoria definitiva y de la plena realización de la promesa recibida en elbautismo. Por eso, se celebra ordinariamente la fiesta de los santos en coincidencia con la fecha de su muerte. La fiesta de San Nicolás existía ya en el siglo sexto y era objeto de especiales festejos, como lo testimonia el archimandrita de Sión, llamado Nicolás. Testimonio bien antiguo y de todo respeto en esta historia. Una tradición tan venerable induce fundadamente a considerar el día de su fiesta litúrgica como coincidente con eltérmino de su vida terrenal.
A 1aimagen terrena de SanNicolás, presentada en las páginas anteriores, se va a unirluego otra engrandecida por cuantos Io invocan. La historia de este proceso queda consignada en las páginas de la introdución. De este modo puede reclacionarse mejor la imagen de la historia con la imagen de la hagiografía. El San Nicolás celestial y glorificado, que excede toda posibilidad de descripción, se apoya en su vida histórica. De esta figura terrena han quedado claros los rasgos de eximio defensor de inocentes yceloso pastor del bien de sus fieles. Al término de esta vida terrenal siguen siendoválidas las palabras dei salmista: «Para los santos, que están sobre la tierra, hombres nobles, va todo mi amor”.

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