"si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados" Mt 24, 22
Falacia de que la humanidad quedará sin sacramentos a merced del anticristo:
"el poder de la pasión de Cristo tiene una duración perpetua, conforme a lo que se dice en Heb 10,14: Con una sola oblación perfeccionó para siempre a los santificados. Pero la liberación del poder del diablo ni se da en todas partes, puesto que todavía existen en muchos sitios idólatras, ni será perpetua, porque cuando llegue el Anticristo ejercerá el demonio su poder en grado sumo en perjuicio de los hombres. Sobre esto se dice en 2Tes 2, 9-10 que su venida irá acompañada del poder de Satanás, de todo género de milagros, señales y prodigios engañosos. Luego da la impresión de que la pasión de Cristo no es causa de la liberación del género humano del poder del diablo".
Respuesta a esta objeción:
"Dios permite al demonio que pueda engañar a los hombres en determinadas personas, tiempos y lugares, de acuerdo con la razón desconocida de sus juicios. Sin embargo, en virtud de la pasión de Cristo, siempre tienen los hombres un remedio preparado para guardarse de las insidias de los demonios, incluso en los tiempos del Anticristo. Pero si algunos descuidan valerse de este remedio no es que pierde eficacia la pasión de Cristo".
(Santo Tomas de Aquino, Suma Teológica, III, Q. 49, a. 2).
"los reprobos y los infieles e incluso el anticristo no están privados del auxilio interior de la razón natural, así tampoco están privados del auxilio exterior concedido por Dios a toda la naturaleza humana, es decir, la guarda angélica. Y aunque este auxilio, de hecho, no les sirva para conseguir por medio de sus buenas obras la vida eterna, les sirve, no obstante, para apartarse de ciertos males con que se podrían perjudicar a sí mismos y a otros, porque incluso los mismos demonios son reprimidos por los ángeles buenos para que no hagan todo el daño que quisieren. Tampoco será permitido al anticristo hacer tanto daño como pretenderá".
(Santo Tomas de Aquino, Suma Teológica, I, Q. 113, a. 4).
No hay comentarios:
Publicar un comentario