BOGOTÁ, jueves, 26 julio 2007 (ZENIT.org).- Se celebra en Bogotá, Colombia, el Capítulo General 2007 de la Orden de Predicadores, del 17 de julio al 8 de agosto.Participan, además del maestro de la Orden, fray Carlos Alfonso Azpiroz, y el ex maestro, fray Timothy Radcliffe, y de priores provinciales y vicarios, delegados, miembros de la Curia y otros cargos generales, cuatro monjas y religiosas dominicas, dos laicos, otros cargos e intérpretes, hasta un total de 101 personas.En su relación sobre la situación de la Orden, previa a este Capítulo, de fecha 24 de junio, en la que da las claves de este encuentro, el maestro de la Orden se pregunta «¿Velocidad empresarial o ritmo contemplativo?». «Vivimos en un mundo que parece moverse a gran velocidad, privilegia el ritmo empresarial y la efectividad», añadió advirtiendo que «es importante volver sobre el valor de la contemplación en la vida de la Orden».Sigue con otra pregunta: «¿Complicidad, sujeción o colaboración fraterna?». «A veces constatamos en nuestro mundo en guerra que los poderosos piden la colaboración de los demás para secundar sus planes. Sin embargo parecen exigir más bien complicidad y sujeción (que no es lo mismo)», afirma fray Carlos Azpiroz.«Queriendo ser fieles al amor inicial, urge renovarnos en el sentido pleno de la misión dominicana. El mundo que vivimos de cara al 2016 no es el mismo que conoció Santo Domingo. Sin embargo sí encontramos importantes analogías. En este sentido, el Capítulo General debe reflexionar acerca de las prioridades de la Orden», indica. «Al mismo tiempo, el mundo globalizado nos enfrenta a una verdadera opción fundamental en plena sintonía con la intuición original de Santo Domingo: La Orden concebida como una misión, una predicación sin fronteras», añade.Lanza una tercera incisiva pregunta: «¿Conectados o comunicados?». Y responde: «Suele decirse que manda quien tiene o posee la información Los conflictos y guerras se organizan muchas veces en base a ‘información reservada’; conquistas económicas, políticas o partidarias parecen asegurarse a través de ‘lobbies’ u ‘operativos de prensa’».«¿Cómo nos comunicamos con el mundo? --sigue preguntándose-- ¿Cómo auscultamos los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres y mujeres a los que deseamos servir? ¿Cómo asumimos y comunicamos el magisterio de la Iglesia, aquello que nos dicen nuestros obispos de los cuales hemos sido constituidos cooperadores?».El maestro de la Orden elige, como títulos de cada sección de este informe, las primeras palabras de algunos de los textos magisteriales de Juan Pablo II: I. «Redemptoris Missio» - Misión y predicación; II. «Fides et Ratio» -Vida intelectual y estudios; III. «Vita Consecrata» - Vida fraterna en común; IV. «Pastores dabo vobis» - Vocaciones y formación; V. «Pastor Bonus» – Gobierno; VI. «Laborem exercens» – Economía; VII. «Ut unum sint» - ConstitucionesY concluye con la respuesta a otra pregunta: «¿Para qué nos reunimos nuevamente en Capítulo general?».«Cada época de la historia de la Orden –explica-- ha expresado a su modo el deseo de ser fieles en la creatividad, creativos en la fidelidad»Haciendo un resumen histórico, recuerda a Santa Catalina y la necesidad de una «reforma»; en el siglo XVIII, las revoluciones y exclaustraciones forzadas promovidas por las autoridades civiles, cuando la palabra clave para volver a empezar fue «restauración». En el siglo XX, con el Concilio Vaticano II se impulsó la «renovación» de la Iglesia y de la vida religiosa. «En pleno siglo XXI, al inicio del tercer milenio los desafíos son nuevos», afirma fray Azpiroz.«Ahora algunos teólogos hablan de la necesidad de ‘refundación’ de la vida religiosa. No todos aceptan esa expresión. De todos modos, las palabras citadas, en contextos propios e irrepetibles manifiestan de una u otra manera el deseo de ser creativos ‘fieles al amor inicial’».Recuerda que en 1965 se reunió en la ciudad de Santa Fe de Bogotá el Capítulo General de Definidores. Era la primera vez que un Capítulo se celebraba en América del Sur. «La Orden vuelve a reunirse en Capítulo por segunda vez en América del Sur, en Bogotá, en el mismo convento, 42 años después. ¿Qué significa eso para nosotros?», se pregunta.Indica que se inicia una novena de años que llevará a celebrar, en 2016, los 800 años de la confirmación de la Orden: «El Capítulo General podrá tratar y definir, inspirarnos y animarnos a reformar lo que se necesite reformar, restaurar lo que debamos restaurar, renovar lo que exija ser renovado; refundar lo que necesite ser refundado para confirmarnos en nuestra vida y misión como frailes Predicadores».Cita el Evangelio de Mateo y el envío de Jesús a los apóstoles a predicar, subrayando que «para eso nos reuniremos nuevamente en Capítulo general, fieles al amor inicial».Para más información: http://www.dominicosbogota2007.org/.
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