MENSAJE DE CUARESMA 2010
El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, desatar las coyundas de los yugos, dejar libres a los oprimidos, romper las cadenas; partir tu pan con el que tiene hambre, dar hospedaje a los pobres que no tienen techo; cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.
El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, desatar las coyundas de los yugos, dejar libres a los oprimidos, romper las cadenas; partir tu pan con el que tiene hambre, dar hospedaje a los pobres que no tienen techo; cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.
Hermanos, entrados en el tiempo cuaresmal, les propongo contemplar el siguiente pasaje de las Escrituras, en donde el profeta Isaías deja en claro que tipo de penitencia Dios quiere de sus hijos.
El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, desatar las coyundas de los yugos, dejar libres a los oprimidos, romper las cadenas; partir tu pan con el que tiene hambre, dar hospedaje a los pobres que no tienen techo; cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.Entonces brillará tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; tu justicia te abrirá camino y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y él te responderá, gritarás y el te dirá: “Aquí estoy”. Isaías 58, 6-9 ~Cuando nuestro padre Santo Domingo y los maestros generales que le sucedieron dieron a la Orden Tercera hoy Orden Seglar, su identidad, lo hicieron como un lugar de recogimiento y penitencia para todos aquellos hombres y mujeres que deseaban vivir más en sus vidas el misterio de Dios.
La rama laical de la orden era de Penitencia, y meditando sobre esta parte de la escritura, Dios nos llama a vivir una vida de hijos de Dios en la libertad, bendita penitencia que nos hace libres; ya que Dios nos llama a romper con lo pasado, con lo que nos esclaviza y nos limita, nos invita a en verdadera libertad a ser sus hijos.Pensar en la penitencia como un mero conjunto de acciones justificantes para quien las practica en función de querer lavar la conciencia, es limitar la acción de Dios sobre el destino del Hombre, estamos llamados a vivir en el Reino de Dios aquí, hoy, hacerlo presente para nuestros hermanos, en y por medio de nosotros.
Hermanos y Hermanas, seamos signos de esperanza, vivamos esta cuaresma en el espíritu de Penitencia que Dios nos pide. Un profundo examen de conciencia que nos permita ver que es lo que nos esclaviza en nuestra vida personal, comunitaria; y por medio de una verdadera oración contemplativa, ser esos testigos de Dios, esos predicadores que como María Magdalena predicaron al resucitado a sus hermanos como el único capaz de romper todo lo que por nuestro meritos o esfuerzos no podemos romper: el odió, el desánimo, la injusticia en todos los ámbitos de nuestras vidas.En esta cuaresma acompañemos a nuestro Maestro y Hermano al calvario, vivamos con autentica actitud de penitencia, este tiempo que la Iglesia propone para liberarnos y liberar al hermano, por medio de nuestra predicación en el Mundo, de todo aquello que nos esclaviza. Sepamos a imitación de Catalina de Siena, Rosa de Lima, Catalina de Ricci cargar con la Cruz de Cristo, por amor; para alcanzar con Él, la resurrección a una nueva vida.
Me encomiendo a sus oraciones y encomiendo a todos ustedes a la Virgen María, patrona de la Orden, para que alcancemos los riquísimos frutos que una autentica penitencia cuaresmal da a todos los hijos de Dios.
En nuestro padre Santo Domingo, su hermano y servidor.
Lázaro H. Gómez Gutiérrez, OP
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